El amigo y colega del comediante lo elogió en la previa de su presentación: dijo que es “realmente rápido”, que ayer “se demoró un segundo en tirar un buen remate” y que esta noche “a la gente le va a gustar mucho lo que ha estado haciendo”.
Podría decirse que la rutina de Edo Caroe, su segunda vez en Viña, 2016 la primera, comenzó ayer a la tarde: tan pronto el comediante tomó asiento para iniciar la conferencia de prensa protocolar en el Hotel Sheraton, todo se fue a negro. “Pensé que ibas a aparecer como mago, así de una”, alcanzó a protestar una reportera, en alusión a ese pasado (hoy abreviado a una afición), cuando el megacorte eléctrico los dejó sin luz. Listo, Caroe le contestó a los gritos: “¡¿Qué te parece eso?!”, desatando carcajadas en la sala. Uno de los que reía era su amigo y compañero de podcast, Tomás Leiva:
“En ese momento en que se cortó la luz es que yo me doy cuenta del ingenio que tiene mi amigo, realmente rápido. Se demoró un segundo en tirar un buen remate y eso es lo que van a poder ver también en el escenario, fue muy chistoso”.
Leiva, también conocido como Tomás el Amigo, del trío de Tomás va a morir, habló con la prensa a pocas horas de que Edo Caroe suba al escenario de la Quinta Vergara. Dijo que “Eduardo lleva casi dos años rodando esta rutina” y “que es espectacular”, de modo que, él confía, “a la gente le va a gustar mucho lo que ha estado haciendo”.
A continuación, sin caer en spoilers, anticipó que “es bien anecdótica”, “un trabajo que hizo desde la felicidad, bien en tono positivo”.
Completó: “Vamos a estar ahí para apoyar, el momento es de él. Voy en calidad de mejor amigo, nomás. Quiero verlo brillar. Sé que le va a ir bien”.
Caroe se enfrentará, en un rato, por segunda vez al “Monstruo”, después de la presentación de Carlos Vives. En su debut, hace nueve años, fue éxito de sintonía y se le hizo entrega de ambas gaviotas. Su rutina de entonces se orientó en el humor negro y contra la clase política.