“Esos dolores son terribles”: Fidelina Leal relata calvario por delicado estado de salud

Sufro mucho, es como si me estuviera quemando el cuerpo”, cuenta a La Cuarta la ex MasterChef, quien sufre las consecuencias que le dejó el infarto medular isquémico que sufrió hace casi dos años. Hace unos días solicitó ayuda en redes sociales.

Sin dudas, en mayo de 2020 la vida de Fidelina Leal, famosa por su participación en la cuarta temporada de MasterChef Celebrity, cambió para siempre. En ese entonces, luego de cumplir con sus pegas de tapicería a la que se dedicaba, sufrió un infarto medular isquémico que le impidió volver a caminar.

Y desde ese momento, comenzó con un duro proceso de rehabilitación en Ignao, en la comuna del Lago Ranco, donde vive junto a su mamá y su hija, Fernanda Muñoz Leal, quien dejó sus estudios de enfermería para dedicarse 24/7 al cuidado a su mamá.

Así lo relata la propia Fidelina, quien atendió al llamado de La Cuarta para contar detalles de su delicada situación de salud, y también aclarar por qué decidió pedir ayuda a través de redes sociales. Esto, luego que la semana pasada compartiera en Instagram los datos de su banco para quienes quisieran darle una mano en este difícil momento pudieran hacerlo.

Según reveló, el dentista que la atendió hace uno par de semanas le consiguió una interconsulta en el Hospital de La Unión para que la viera el fonoaudiólogo, el kinesiólogo y la terapeuta, y así comenzar de lleno con su tratamiento para enfrentar los intensos dolores y tratar de salir de salir adelante.

Eso sí, reveló al diario pop que el dinero que logre recaudar -hasta ahora acumula 262 mil de los 550 mil que se propuso reunir como meta- no son para el tratamiento en sí, que son gratis, sino para el traslado desde su hogar hasta el mencionado reciento de salud.

“Por eso quise pedir por Instagram. Un amigo me cobra 30 el viaje hasta La Unión. Con la espera allá y todo. Es casi una hora. No quiero perder esa oportunidad”, sostiene Fidelina, quien asegura que hace más de 10 meses que no le han realizado ningún tipo de exámenes para conocer cómo avanza su tratamiento tras las secuelas que le dejó el infarto a la médula.

Además, en medio de la conversación relata el calvario que vive día a día debido a su delicado estado de salud.

“Me tiene que ver el fonoaudiólogo porque yo me ahogo mucho, tengo que comer todo picado. Igual ahora como sola, me siento, muevo un poco las piernas. He ido avanzando gracias a todo lo que me han ayudado, mi hija sobre todo. Ella cumple 20 años ahora y se ha hecho cargo de mí. Me hace todo. Estaba estudiando y dejó de hacerlo por cuidarme a mí. Eso es lo que me da pena la verdad, porque le estoy truncando la vida a ella”, relata la ex participante del programa culinario de Canal 13.

Y sobre la misma, agrega: “lo mío es pura terapia, no hay un medicamento que me vaya a unir de nuevo las células. Hay partes que siento, partes que no. Sufro mucho, es como si me estuviera quemando el cuerpo, como si me tuvieran todo el día en agua hirviendo. Esos dolores son terribles. Cuando me da eso no doy más. Esos dolores no los soporto”.

Por lo mismo, sostiene que tiene que aumentar en ocasiones la dosis de sus medicamentos para calmar las molestias. “Me dan dos pregabalina, después cuatro y cuando es mucho ya tomo paracetamol, porque estoy tomando anticoagulantes, entonces no puedo tomar nada más. Tengo dos trombos, uno en la rodilla y otro en la ingle. Me dijeron que me tenía que cuidar de eso. Yo soy bien fuerte pero a ratos cansa”, afirma.

Además, Fidelina en el mismo relato reveló que son tantas sus complicaciones que en un minuto incluso trató de atentar contra su vida.

“Con el ánimo he tratado de estar bien, de reírme. He pensando hasta de matarme pero no funcionó. De las tres no funcionó entonces dije ‘para qué’. No sirvo ni para eso. Ahora ya lo cuento como chiste. La verdad es que ahoga, yo me asfixio. Me dan ganas de salir y no puedo. Dependo 100 por ciento de otra persona. Ese es el tema”, agrega.

De todas formas, la mujer cuenta que le está dando pelea a la adversidad y que poco a poco está saliendo adelante. Esto, en parte, gracias a una manito que le dijeron su ex compañeros de MasterChef.

“A mí me tenían que sentar, ahora me mantengo sola, encojo las piernas, las levanto un poquito. Levanto para que me puedan bajar el pantalón. Tenía que darme vueltas. Ahora me agarro de las orillas de la cama y lo hago sola. Eso lo conseguí gracias a mis compañeros de MasterChef. Cuando supieron que estaba enferma hicieron una campaña y con eso pude comprar esta cama que costó así un millón de pesos”, recuerda.

“Eso me ha servido porque manejo con la palma de la mano para subir y bajar la cama, el respaldo. Trato de buscarle el lado amable y reírme porque esto te vuelve loco”, acota.

- ¿Y qué tal las lucas que ha juntado después de su publicación en Instagram?

- Llevo 262 mil pesos, así que ya tengo para empezar a ir a terapia. Yo había calculado 550 mil pesos. Son para tomar en cuenta 10 sesiones, y al terminar iban a ver si iban a hacerme más. La fonoaudióloga, la terapeuta y al kinesiólogo porque vivo lejos.

- De a poco tiene que darle para salir adelante…

- Busco información por internet de la misma enfermedad y en todos lados me sale mismo. He conversado con una persona Brasil y con las terapias a los 3 años vino a caminar de nuevo. Hay otra niña en España y ahora está empezando a caminar y lleva 2 años con la misma enfermedad.

- Entonces tiene que puro ponerle ñeque, poh

- Yo no voy a caminar, yo voy a salir corriendo. Por eso no quiero perder esta oportunidad. Al principio le pedía a Dios que arreglara mis manos, ahora quiero caminar.

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