Horas de vuelo

Noto cierta alegría en algunos rostros y ejecutivos de televisión. Y claro, se fue Javier Urrutia de Canal 13, luego de tres años de gestión como director ejecutivo.

Noto cierta alegría en algunos rostros y ejecutivos de televisión. Y claro, se fue Javier Urrutia de Canal 13, luego de tres años de gestión como director ejecutivo.

La cosa no anda bien en el ex canal católico, hace rato. Los equipos se disolvieron, los despidos han sido en masa y la guinda de la torta, para irse con harto respeto y cariño de parte de todos, decide desvincular a Raquel Argardoña del matinal Bienvenidos.

En cambio yo, quiero dejar a un lado las rencillas personales y hacer una reflexión sobre la profesionalización de la industria televisiva. Al ser un mercado tan pequeño, con seis canales donde se puede ejercer la profesión de experto en televisión, nos encontramos con abogados, periodistas, actores, como lo fue en mi caso e ingenieros comerciales, haciendo un trabajo que al igual que los pilotos de aviones, para mi gusto se requieren horas de vuelo para estar a cargo de un canal.

Javier Urrutia sí tenía horas de vuelo, sin embargo, su estadía más larga fue en un canal como La Red, donde las exigencias eran menores. Cuando llegas a Canal 13, al cual le tengo un cariño especial, debes tener mucho cuidado al ejercer el poder, porque es un canal muy codiciado para desarrollarte profesionalmente.

Y para ser justo, a Urrutia, como a todos los que hemos estado cercanos a ese cargo, se le deben haber pedido tres cosas: bajar los costos, subir el rating y mejorar la línea editorial. Con esta industria, que lamentablemente, cada día está más difícil y competitiva, lograr esos tres objetivos sin dañar a profesionales es muy difícil, casi imposible.

Es por eso, que a los nuevos ejecutivos uno les pide el doble de humildad. Porque lo primero que debe hacer ese ejecutivo que llega a un canal grande es reconocer que no tiene tantas horas de vuelo en una linea aérea internacional, como lo es Canal 13, TVN, Mega y CHV.

Y para cerrar, la carrera de ejecutivo de televisión no existe, se hace en el camino. Por eso que a todos los ejecutivos nuevos, desde esta humilde columna les pido que escuchen a los pilotos antiguos. Todo el éxito a Maximiliano Luksic, en este difícil pero alucinante vuelo.

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