La grúa televisiva está más movida que nunca. Hemos tenido un par de semanas con mucha información de rostros que renunciaron, otros a quienes no les renovaron el contrato y algunos que se cambian de casa televisiva. Sin duda, que es fome enterarse que despidieron a alguien que llevaba años trabajando en un canal, yo viví ese proceso desde adentro de Canal 13, pero es parte de la vida, hay que aceptar cuando te toca de agraz. Pero debo confesar que enterarme de la partida de Mane Swett de TVN, involuntaria por lo demás, me produjo algo.
Fue una de las actrices ícono de TVN en la última década, además muy querida por el público que veía las novelas donde trabajó y quienes optaron por otras propuestas dramáticas. Siempre piola y fuera de todo escándalo dejó el canal el pasado 30 de septiembre. Y uno, en su mente, pensaba que rápidamente se iba a ir a trabajar en otro canal, pero no. La cuña hace un par de día fue "no sé si vuelva a la televisión". Una frase que me hizo reflexionar, aún más, en lo monopolizado que resulta el éxito de Mega. A raíz de eso, se genera un vacío no sólo de rating, sino de confianza en sí mismo con las áreas dramáticas de los otros canales y en este caso con los de una gran actriz. Qué pena tu partida, Mane Swett. Espero te podamos ver pronto en la pantalla, aunque ésta no sea tu voluntad prioritaria de momento.
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