Hay amores que duran para siempre. Y uno de esos, sin duda, era el de María Antonieta de las Nieves con Gabriel Fernández.

El domingo pasado, las fuerzas del hombre que le ponía la voz en off a la frase "este es el programa número uno de la televisión", antes que empezara "El Chavo del 8", se acabaron. Y una neumonía se llevó de este mundo al hombre que durante 48 años llenó el corazón de la "Chilindrina".

Pero ese fue sólo el comienzo de la pena. Y después del velorio y el entierro del famoso locutor azteca, la entrañable amiga de Roberto Gómez Bolaños liberó su pena con una advertencia que dejó aún más preocupados a los seguidores de la mítica serie del Chavito.

Es que doña María Antonieta no lo mandó a decir con nadie y adelantó que, tras la partida de Gabo, ya no quiere seguir viviendo.

"Mi vida ha dado un cambio total, el amor de mi vida se fue, no sé qué más puedo hacer, y no quiero decirles nada más. Porque tengo que pensar muy bien: ¿Para qué voy a vivir?; ¿quiero seguir o ya no?", dijo la "hija de Don Ramón", quien con sus 68 primaveras despidió al amor de su vida que ya se encumbraba a los 85.

En la ruina

Y es que aparte de la melancolía y el vacío imposible de llenar, la "Chilindrina" quedó con un forado económico que le puso aún más cuesta arriba las cosas ahora que su eterno compañero partió.

Desde que se complicó la salud del locutor, la familia decidió llevarlo a la mejor clínica de Nueva York, donde dio la batalla los últimos meses, tanto por las neumonías como los daños renales.

Pero ahora con su muerte vino el inevitable boletón, que según fuentes de la familia asciende a varios ceros. De hecho, doña María Antonieta confesó que "voy a tener que vender mi casa de Acapulco para poder pagarlo", aunque tampoco le dio más vueltas.

"Las cosas buenas son para solventar las malas", había dicho la estrella de El Chavo del 8, quien además reveló un pacto que les dejó los pelos de punta a sus fieles seguidores.

"Los dos hicimos una promesa de que tanto él como yo, el día que nos fuéramos, estaríamos juntos", anticipó la chica de los cachirulos y las pecas en la cara, que en esta pena inmensa está acompañada por sus dos hijos.