En el nuevo capítulo de “Camino a Viña”, Karen Doggenweiler conversó con la exanimadora del Festival de Viña del Mar, Eva Gómez.

La comunicadora se subió a la Quinta Vergara junto a Rafael Araneda entre 2011 y 2013. Sin embargo, decidió dar un paso al costado y renunció a la animación del festival.

Durante la conversación con la próxima animadora del certamen viñamarino, Eva se sinceró y reveló los verdaderos motivos por los que decidió renunciar.

“En honor a la verdad, en el último año, en 2013 me vino una enfermedad. Me vino un NIE, neoplasia intraepitelial en el cuello del útero. Era segunda vez que venía, me vino (la primera vez) cuando era muy pequeña y tuve que operarme”, reveló la española.

En ese sentido, explicó que “lo detectan con un papanicolau (...) y me lo detectaron en mayo (...) Lo repetí (el examen), me salió malo. Me operé en junio”.

En diciembre de ese año se tendría que hacer un examen para recibir el resultado definitivo tras la cirugía, lo que coincidía con todo el ajetreo previo al festival.

“Si me hubiera salido positivo, ya en una preparación donde hay todo un equipo involucrado, donde hay un montón de gente. El ánimo no era para el Festival. O sea, mi salud es lo primero porque yo tengo tres hijos”, detalló.

“Para mi no era transable mi calma y este proceso vivirlo en paz. (...) A lo mejor era un despropósito que insistiera en hacer algo, que en febrero tendrían que haberse buscado a lo mejor otra animadora (...) Afortunadamente me salió súper bien el examen, pero yo preferí dar un pie al lado”, expresó.

“Estuve a esto de agarrarme un trastorno alimenticio”

Luego, la exanimadora se sinceró sobre los malos momentos que vivió durante esos años y cómo le afectaron las críticas que recibió.

“Había ene programas de espectáculos, ene programas de farándula y hablar es gratis. Yo creo que hay mucha gente que no se da cuenta el daño que hace cuando dice cosas, no solo sin saber”, señaló.

En ese sentido, aseguró que “yo soy súper fan de la crítica constructiva, (...) pero hay cosas que no se pueden mejorar. Que porque era española, mucha gente muy xenofobia ‘por qué una española arriba del escenario’. Yo llevó  acá en Chile 26 años viviendo (...) Yo elegí Chile para hacer mi vida, para tener a mis hijos y para desarrollarme”.

Entre las críticas que recibió, Eva recordó que se dijo que “era gritona, que era chica, que era fea, que era gorda. Yo en el segundo año, creo que es primera vez que lo cuento, estuve a esto de agarrarme un trastorno alimenticio”.

“Yo el segundo año lo hice con 49 kilos. Cuando llegó mi madre y me abrazó me dijo ‘ay qué nervio’, porque era un huesito. (...) Mi conducción en Viña se criticó súper poco, se me criticaban a mí”, expresó.

Con respecto a lo que haría diferente, Eva aseguró que “me pasaría por donde tú sabes todas las críticas. Agarraría las positivas, las constructivas. (...) Me quedaría con las que me hacen crecer como profesional, las otras... nadie me conoce. Darle en el gusto a todo el mundo es imposible”.