Ocho años después de su última visita, la banda japonesa ofreció un concierto vibrante y lleno de sorpresas, fusionando su nuevo álbum “DETOX” con los clásicos que los han convertido en un fenómeno global del rock japonés.
La espera ha sido larga, pero la noche de este 8 de abril, One Ok Rock volvió a tierras chilenas para brindar un espectáculo inolvidable que dejó una huella en el corazón de sus fanáticos.
Ocho años después de su última presentación en Santiago, la banda de rock japonesa regresó con fuerza al escenario del icónico Teatro Caupolicán, en el marco de su gira latinoamericana para promover su más reciente álbum, “DETOX”.
El concierto se convirtió en una fiesta de emociones y música de alta energía, y no era para menos.
Con entradas completamente agotadas desde el día 1 en el que inició la venta de entradas a finales del 2024, los fanáticos chilenos se habían preparado para una noche única, llena de sorpresas, poderosas melodías y momentos que quedarán grabados en la memoria de todos.
Un setlist que celebró lo nuevo y lo clásico
La noche comenzó con una de las piezas más potentes de su último disco, “DETOX”: “Puppets Can’t Control You”, un tema lleno de fuerza que marcó el tono de todo el show.
Los asistentes, ya de pie y listos para el rock, se entregaron por completo a la banda, que siguió con “The Beginning”, uno de sus temas más emblemáticos, lanzado en 2013, pero que sigue siendo uno de los favoritos de los seguidores.
El espectáculo no solo estuvo marcado por una increíble energía, sino también por el talento de los miembros de One Ok Rock, quienes brillaron con sus respectivos solos de guitarra, batería y bajo.
En ciertos momentos, los instrumentos tomaron protagonismo sin la presencia de Taka (vocalista), lo que permitió a los fanáticos apreciar las habilidades excepcionales de Toru (guitarra), Tomoya (batería) y Ryota (bajo).
Estos momentos de protagonismo a cada uno de los artistas fue un recordatorio de que la banda no solo depende de su vocalista, sino que todos sus integrantes son piezas clave de su éxito, especialmente en una banda como One Ok Rock.
Uno de los momentos más emotivos ocurrió durante “Tropical Therapy”, una canción que invita a escapar del estrés y disfrutar del presente.
En este tema, el Teatro Caupolicán se iluminó con los destellos de los teléfonos móviles de los fanáticos, creando una atmósfera mágica y llena de esperanza. La conexión entre la banda y el público era especialmente única en cada acorde de la canción.
A pesar de ser una gira para promocionar su nuevo disco, “DETOX”, el setlist incluyó algunas de sus canciones más conocidas, como “Make It Out Alive” y “Stand Out Fit In”, que arrancaron aplausos y gritos de emoción.
Los fanáticos corearon cada palabra, dejando claro que la banda ha dejado una huella profunda en la escena del rock internacional.
Momentos Especiales: Conexión y diversión
Durante el espectáculo, los miembros de One Ok Rock también hicieron su esfuerzo por conectar con el público chileno.
Tomoya, el baterista, hizo una divertida intervención en español, diciendo “me gusta el completo, me gusta el pisco, me gustan las estatuas moai”, lo que arrancó risas y aplausos del público.
Además, Taka, dedicó unas palabras en inglés y en japonés, mostrando su cariño por la cultura local y su agradecimiento por el recibimiento.
Pero eso no es todo, ya que durante “Whenever You Are”, un momento especial dejó a todos sorprendidos: Taka invitó a una fan llamada Sabrina a subir al escenario.
Lo que comenzó como una interacción inesperada se transformó en un divertido intercambio, ya que Sabrina sorprendió a todos al responder en japonés las preguntas de Taka. Este tipo de momentos, que muestran la conexión entre la banda y sus seguidores, son lo que realmente hace único a un concierto de One Ok Rock en esta parte del planeta.
Hacia el final del show, cuando llegó el turno de “+Matter”, el público se unió en una última celebración. Globos cayeron desde la platea, un proyecto de los fanáticos que le dio un toque aún más especial al cierre de la noche.
Pero al final del show, los fanáticos se quedaron con una sensación agridulce. La última canción anunciada en el setlist, “We Are”, nunca llegó a sonar, dejando a muchos con un vacío emocional.
Pero a pesar de este inesperado cambio en la lista de canciones, la banda se despidió con honores y un agradecimiento sincero por el amor y la energía recibido por su fiel público chileno.
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