Una década ha pasado desde que Pamela Leiva mutó de ser una desconocida técnico jurídico de 26 años a una chica reality en 1810, de Canal 13. Largos años en que se sacó la mugre para consolidarse como comediante, su pasión y principal fuente laboral actual. De shows en bares, pasó, de a poquito, a escenarios masivos, con públicos tan indomables como el de la Quinta Vergara. Confiada en su talento y personalidad se atrevió, por ejemplo, a hacer el intermedio de un recital de Chancho en Piedra, en el Teatro Caupolicán. También a sacar carcajadas en un multitudinario evento en Maipú. Salió airosa de ambos.

Su próximo desafío con letra mayúscula es el Festival de Olmué 2020. Será su debut en el Patagual y sabe que una presentación suya así, a lo grande, recorrerá el mundo a través de la señal nacional e internacional de TVN.

"Este es mi primer gran paso, siempre he trabajado para mejorar y crecer. He tenido la experiencia de un público grande, pero nunca con la exposición que tiene Olmué, porque ahí se ponen los ojos sobre una como comediante", dice la figura del Stand Up Comedy que partió en esas lides, dice ella, "como hormiguita".

"En todo este camino me sorprendí a mí misma de mi capacidad de trabajo, de plantarme sobre un escenario, seguir trabajando, creando material nuevo, reinventarme una y otra vez", reflexiona.

Su crecimiento y fama van tan bien encumbrados que hoy cuenta con un equipo de profesionales que la sigue a todos lados.

Los comediantes Bernardita Ruffinelli y Juan Pablo López le ven los libretos, su imagen la captura el fotógrafo Diego Patricio y el camarógrafo Álvaro López, en maquillaje está Laura Piña y Rodrigo Mena es su mánager, entre otros integrantes de su staff.

"Me gusta andar apatotada. Cuando una crece hay que delegar ciertas funciones. Hice el circo pobre harto rato, entonces hoy, como queremos pegarnos el salto, es importante trabajar con un equipo, que cada uno tenga una función y yo poder concentrarme en la rutina y hacer un buen show. Para todas las otras cosas, fechas, agenda, contratos, los demás ayudan a alivianarme y sacar un poco de estrés, porque hay harto presión de por medio", afirma.

¿Qué viene después del Olmué? "La vida me ha enseñado que hay que ir paso a pasito. La ansiedad es muy mala, por ella una comete errores", responde segura de lo que quiere.