Los secretos del programa que Monserrat Álvarez hace en el aeropuerto

Desde hace cuatro semanas que "Hola y Adiós" se ha sostenido como una creativa y novedosa propuesta de Canal 13 para la noche de los martes.

Los 9,1 puntos de rating que ha promediado en sus primeros cuatro capítulos así lo avalan, ya que desde su estreno, el 14 de noviembre, sólo ha sido superado por la teleserie "Perdona Nuestros Pecados", de Mega.

Su conductora, la periodista Monserrat Álvarez, está feliz con la recepción que su programa ha tenido en el público, pero afirma que ella igual tenía la tincada de que así sería.

"Es raro, porque junto con el equipo nunca tuvimos dudas de que el programa era muy bueno, pero siempre está el riesgo de cómo le iba a ir. El hecho de que es algo simple, le genera esta distinción. 'Hola y Adiós' es la vida misma, es una alternativa atractiva con contenido", comenta la también conductora de Teletrece AM.

-No es como que las historias salgan de una...

-No para nada. Hay mucha paciencia metida. Para seleccionar buenas historias tenemos que conversar con muuuuucha gente. No todas son bonitas, algunas son bien simples.

-¿Se corre harto en el aeropuerto?

-Con el equipo nos paseamos preguntando "¿señor, para dónde va?", "¿a quién está despidiendo?". Cada día de grabación es así y durante seis horas. Hay mucho corazón metido en el programa.

La anécdota del perro

-Igual no todos deben estar dispuestos a contar sus historias...

-Así es, y menos aparecer en pantalla a pesar de tener un gran relato. Hay historias increíbles que no han salido.

-¿Cómo cuáles?

-Un señor colombiano esperaba a su hermana desesperadamente, hablaba por teléfono y se le veía muy angustiado. Él lleva muchos años en Chile y contaba que tenía una buena situación. Su hermana es drogadicta, él le pagó el pasaje para que viniese a tratarse acá.

-Complejo...

-La hermana se bajó en un estado horrible y él estaba muy nervioso, ya que ella podía haber hecho un escándalo en el aeropuerto. Ella llegó con una chaperona y fue súper fuerte. Le encontré razón y creo que la gente valora aún más que un programa sea respetuoso.

- Estoy seguro que tú tienes tus propias historias...

-Sí, tengo muchas historias mías de aeropuerto, incluso una tradición. Cuando chica, nos fuimos a vivir un rato a Colombia por el trabajo de mi papá. Nos llevamos todo, incluido al perro. Antes no se metían en una jaula sino que en una caja de madera. Y cuando llegamos, el perro la rompió y dejó la 'mansaca' en el aeropuerto, una tremenda vergüenza para mis papás, jajajá.

- ¿Y la tradición en qué consiste?

-Mis hermanos viajaban mucho y mis papás instauraron la tradición de que cada vez que volvían a Chile, teníamos que ir a buscarlos disfrazados. Por ejemplo, uno de ellos es gordito, entonces nos metíamos almohadas debajo de las poleras y lo íbamos a buscar así, jajajá. Una vez a mi papá lo disfracé de marciano. Ahora hago lo mismo con mi marido y mis dos hijos, jajajá.

-Genial..

-Hace poco, mi hijo Domingo volvió de estudiar del extranjero. Mi hija Rita se disfrazó de hombre, se hizo bigotes y yo con mi marido Alejandro nos pusimos pelucas. La gente nos mira raro cuando lo hacemos, pero nosotros la gozamos, jajajá.

- ¿Seguirás buscando pasajeros para el programa?

-Sí, vamos a seguir grabando más, porque al parecer habrá una extensión del programa. En una de esas, tendremos segunda temporada.

COMPARTIR NOTA