Serrucho lleva ya cinco años como chef en el Mucho Gusto, de Mega. En ese tiempo lo hemos visto crecer como personaje televisivo, mismo proceso que ha vivido su querida ponchera, la que asegura no le complica, digan lo que digan, comenten lo que comenten los malhablados.

Es cosa de ver las fotos de la galería que está al costado para darse cuenta que de sus inicios hasta ahora ha subido sus buenos kilos. Según los que lo conocen, fácilmente se alzó en unos 10 kilogramos, aunque para él ese no es tema y así lo deja claro en la conversación con La Cuarta.

- ¿Alguna vez sufriste pensando en los estereotipos físicos de la televisión, donde todos buscan ser flacos y sufren si no lo son?

Cuando llegué a la tele me preocupé siempre de mantener mi esencia, y eso partía por aceptarme tal cual soy, y así me he mantenido.

- ¿Te motivaste a hacerte algún arreglito estético ?

No, nunca. Yo soy como soy, tengo guata, pelos en la espalda y se me asoma la raya porque soy potón.

- ¿No te complica en tema físico, el que te veas más rellenito?

Son cosas que pasan y no tengo por qué avergonzarme.

- Pero en pantalla uno siempre se nota más rellenito que lo habitual.

La tele te hace a veces sentir miedos, yo no los tengo.

- ¿Cómo lidias con los egos en la tele?

Yo vivo mi vida, me preocupo sólo de ser feliz. Tengo claro que lo que soy es gracias a la gente, ellos me valoran por lo que soy.

Otros pitutos

El reconocido chef no solo se dedica a trabajar en la televisión, pues también es rostro de una cadena de carnes "El Carnicero" y hace poco tiempo se lanzó con un carrito de empanadas, el cual está cada domingo en el Persa Cordillera de la comuna de Puente Alto. "Trabajar en el persa es lo que más me gusta hacer, ese es el mejor contacto con las personas", dice.