“Siempre me gustaron los Top Five de CQC”: la receta de Gabo Gutiérrez para triunfar con sus rankings de la cultura pop chilensis

El influencer de los rankings, Gabriel Gutiérrez. @gabogutierrezefe en redes.

El otro día fue uno que sacaba a la luz la mentira de los “abre fácil”, y antes de las ciudades más alcohólicas o los terminales de buses más brígidos del país. No importa el tema ni mucho menos las marcas: Gabo Gutiérrez persigue a diario todo eso que nos hace un poco más chilenos y lo presenta en formato de ranking. Costumbres, lugares, personajes, nostalgia. Con la certeza de que tarde o temprano lo hará viral.

No siempre los proyectos más exitosos exigen de una gran planificación. En ocasiones es suficiente una idea, curiosidad o actuar en el momento oportuno. Lo de Gabriel Gutiérrez, el Gabo, periodista, treinta y dos años, community manager de la Municipalidad de Curanilahue, podría ajustarse a esto último.

Una tarde de julio prolífica para los memes, propiciada por la decisión de Nestlé de renombrar a su emblemática Negrita como Chokita, resultado de una evaluación interna para identificar conceptos inapropiados, el Gabo tuvo un presentimiento. En internet, a esa hora podía encontrarse de todo. Mientras algunos proponían con sarcasmo cambiar el nombre del típico bistec a lo pobre por bistec a lo vulnerable, una exministra de Educación se lamentó: “Cuando la tontera llega al límite”.

En su caso, el periodista enlistó varias golosinas con nombres que merecían más funa que la Negrita y sin mucho preámbulo resolvió grabarse y subir ese corto a una cuenta de TikTok sin apenas seguidores que ocupaba para ver videos, de modo que prácticamente no tenía expectativas. En el fondo se trataba de una broma. Pero su arrojo fue recompensado: en la noche la publicación superaba las cincuenta mil vistas, números que los siguientes días se multiplicaron.

En plena pandemia Gutiérrez había visto cómo mucha gente forjó su fama a partir de las redes sociales y entonces supo o intuyó que era su turno. Ensayó con otro par de videos para cerciorarse de que no estaba perdiendo el tiempo, pero los comentarios de la gente lo terminaron de convencer. De eso han pasado dos años y unos meses, y ahora —con casi un millón de seguidores de TikTok y poco menos de trescientos mil en Instagram— es algo así como el influencer de los rankings, un rescatista de la nostalgia aunque sin perderle la pisada a la cultura pop actual y su devenir.

De todos modos y pese a su éxito, las fotos que le suelen pedir en la calle y su incipiente trabajo con marcas, le dirá al diario pop que una de sus mayores preocupaciones es maridar esto de las redes con su carrera como periodista, su otra pasión.

Gabo es viñamarino pero desde hace años vive en el sur. Estudió periodismo en la Universidad de La Frontera.

—¿Siempre tuviste esta inquietud por crear contenido?

—Te soy sincero. De chico soy hiperkinético, entonces siempre estoy pensando en cosas. Necesito estar pensando en cosas que se me puedan ocurrir, por aquí, por allá. De repente fluye solo, y eso me ha permitido, sobre todo en redes sociales, encontrar formas de hacer videos. Siempre estoy activo, intentando pensar en algo, aunque sea una estupidez.

—Antes del TikTok y de los rankings, tenías una página también de cultura pop: Así tal cual. Cuéntame sobre eso.

—A mí siempre me ha gustado la cultura pop, toda la vida. Me crié pegado a la tele con los programas, con todo. Me gustaba mucho el diario, mi papá me pasaba Lun o La Cuarta cuando era chico y los leía. Y como siempre me gustó, tuve una página web donde escribía sobre cultura pop, como el 2015 o 2016. Era parecido a lo que hago en videos ahora, pero escrito. Esa página la tuve como tres o cuatro años. Igual le fue bien, por lo menos en Facebook tuvo como doscientos mil seguidores. Cuando Facebook se ocupaba, hoy no lo ocupa nadie, jajajá. Y en total, la página web tuvo como tres millones totales de visitas. Igual, sirvió como una fuente para lo que yo empezaría a hacer después. Al final la página web la cerré, porque al igual que muchas otras cosas más, me aburrió. Lo retomé con los videos.

—¿Y sobre qué cosas de la cultura pop escribías?

—Por ejemplo, a mí me gusta tanto lo que puede pasar en televisión y medios de comunicación, como las cosas cotidianas del chileno. Cómo eran los cumpleaños anteriores, qué cosas tenemos en la casa. Me gusta destacar la cultura social de Chile, ¿cachái? Cómo somos diariamente. También logré contactar, de pura cuea, a gente que estuvo en El diario de Eva. Pa’ que me dijeran que todo era mentira. Entrevisté al niño que quería ser hardcore y su mamá no lo dejaba. Me gustan los personajes, las historias, todo. Escribía sobre eso, programas antiguos, homenajes. Intentaba que fuera un blog, no ser tan largo, y a la gente le gustaba leerlo porque son cosas que vivencialmente a ellos los identifica. Sobre todo si son de los noventa pa’ adelante, que es mi target, ¿cachái? Eso me gusta caleta, que la gente pueda identificarse con lo que hago. Porque mientras se identifiquen, siento que más pueden comentar y entregar sus recuerdos, o lo que sea.

—Cuando partiste con los videos, ¿fue en pelotas? ¿O había una base de seguidores?

—Todo de cero, absolutamente de cero. No tenía seguidores ni nada, porque la página anterior que tuve la cerré, no quedaba nada. Partí literalmente de cero en TikTok. Y por cosas del algoritmo tuve al tiro casi un millón de visitas (896 mil visitas en concreto).

—Eso te convenció de una.

—Me convenció porque, como te digo, siempre tengo ganas de hacer cosas. Después de haber dejado este proyecto hace un par de años atrás, no estaba en nada. Entonces desde hace rato tenía ganas de hacer algo mío, y no sabía qué. Como al video le fue bien, dije aquí podría intentarlo. Empecemos a darle. Y a todos los videos les empezó a ir bien, po. Pensé: aquí puede haber algo interesante. Y por algo le está yendo bien, y la gente comentaba caleta. Eso me enganchó para que esto fuera mi nuevo proyecto y entretenerme un rato.

—¿Y cuáles fueron tus inspiraciones para armar los rankings?

—Para mí hay dos grandes inspiraciones. Una es Germán Garmendia, que le gustaba hacer estos cortes por aquí y por allá. El 2012 o 2013 todos veíamos Hola soy Germán, y me gustaba eso: que era dinámico. Y la segunda, es que a mí siempre me gustaron los Top Five de CQC. Los encontraba bacán, eran la raja. Siempre me gustó el concepto de top cinco, ranking de cinco cosas. No era algo nuevo, pero por lo menos pa’ mí fueron mis dos influencias. Al menos para la estructura.

—Revisando tus redes, desde hace ya harto tiempo que subes videos cada uno o dos días. ¿Tienes un equipo que te ayuda para eso, y con el proceso compositivo, o sólo eres tú?

—Mira, así como equipo, nada. Yo intento siempre hacer las cosas solo. Obviamente tengo amigos que me dan ideas. Y de hecho, como que mis amigos de repente tienen una idea, piensan que me puede servir y me la lanzan. Yo siempre estoy en la parada ya, vengan pa’ acá por favor, todo me sirve. Me gusta estar publicando de a uno o dos videos, porque hay que alimentar el algoritmo, si no, te deja de lado. Eso es uno. Y lo segundo es que como siempre estoy pensando cosas súper cotidianas, me salen ideas. De repente me salen ideas por cosas muy random, y las intento anotar todas. Siempre, todas las ideas en mi celular. En las notas tengo un montón. Cada vez que converso con mis amigos o con gente de cualquier cosa, salen cosas y todo eso lo voy anotando.

—La firme… ¿en tus videos hay guion, o te preparas algo antes?

—Cero guion, cero escrito. Nada, en serio. Yo simplemente necesito una idea, nada más. Y si siento que la idea está buena, me lanzo. Lo improviso todo. No me gustan los guiones porque siento que sería demasiado estructurado. Simplemente necesito una idea y unos puntos. Cuando tengo la idea, tengo los puntos y cuando siento que está bueno, grabo e improviso todo lo que hago. Y como es pura improvisación me demoro, no sé, diez o quince minutos en grabar. Me demoro más en editarlo, ¿cachái?

—En tus videos arriesgas harto. Por ejemplo en los rankings de las peores cosas. ¿Has tenido alguna mala experiencia con alguna marca?

—Que una marca me haya reclamado, hasta ahora, no, menos mal, jajajá. Pero a ver, siento que a los creadores de contenido les gusta hablar siempre bien de las marcas, ¿pa’ qué? Pa’ que los auspicien. A mí de repente, cuando hago esos rankings de las peores cosas, le doy nomás. No me importa nombrar a marcas, me da lo mismo, porque es una opinión mía. Da lo mismo si después la marca me auspicia o no me auspicia, no me interesa. Todavía lo que hago en redes sociales lo hago por entretención. Simplemente doy mi opinión, y si a la marca no le gusta y no me va a contratar nunca, está bien, po.

—Del otro lado, buenas experiencias sí has tenido. Hace un tiempo en tus canales mostraste que Colacao te había mandado seis cajas e incluso sorteaste una…

—Pero no los nombré pensando que la marca me iba a contactar. Simplemente a mí me gusta el Pillows, lo encuentro la raja. Y dije puta, ya, me gusta. Colacao vio el video y me mandó seis cajas de Pillows a la casa, jajajá. Una locura. Tanto así, que yo sorteé una. Y esto fue un sorteo mío, yo pagué el envío a esa persona que vive como seis regiones más allá, me costó como 30 lucas, pero no importa. Lo quería compartir nomás.

De repente las marcas, cuando ven que hago rankings y hablo bien de ellos, me contactan pa’ mandarme cosas. Pero todo nace simplemente de mis gustos personales, nunca de una idea de querer hacer algo para enganchar una marca. Sí, de repente hago videos para marcas, pero se nota que son comerciales. Cuando son cosas muy random, es simplemente gustos personales.

—¿Te molesta eso de que algunos creadores de contenido hablen siempre bien de las marcas?

—Hay cosas que uno cacha que no son tan buenas, po jajajá, pero muchas veces los creadores tienen que fingir que les gustan. A mí de repente me han llegado para promocionar cosas que a mí no me gustan, y no los pesco. Prefiero que no, porque siento que no estoy siendo sincero a la gente. Y a mí me gusta ser sincero con las personas. Si algo me gusta lo voy a hacer. Si no me gusta... la verdad es que no, nomás. Por un par de pesos tener que vender lo que tú eres, no estoy ni ahí.

—Sobre el éxito que has tenido con tus cuentas. ¿Cómo llevas el reconocimiento de la gente?

—A ver, hasta ahora ha sido para mí súper chistoso. Nunca me lo he creído. Pero entretenido podría ser la palabra. Porque me considero cero famoso, tampoco conocido ni nada. Soy la misma persona común y corriente de siempre. Pero claramente me doy cuenta que me conoce gente, porque me saludan, me piden fotos. Y yo, obviamente, siempre me voy a sacar fotos con ellos. Cuando alguien me pide una foto jamás he dicho que no. Es el cariño que te demuestra la gente y me gusta eso. De hecho, no sé si otros creadores de contenido harán esto, pero yo respondo el 100% de los mensajes que me llegan por redes sociales, todos. Absolutamente todos. Si tengo que estar una hora al día viendo los mensajes, los respondo todos. Porque la gente se está tomando un tiempo pa’ escribirte algo, así que me gusta por lo menos responderle un hola, bien, cómo estái. Entregar de vuelta la buena onda que me mandan.

—¿Cuántos mensajes te llegan?

—De repente han habido días que respondo unos doscientos o trescientos mensajes, ¿cachái? No respondo los tremendos párrafos porque sería una locura, pero de repente con una respuesta cortita, un like al comentario, siento que a la gente le gusta. Hay que darse el tiempo. Es algo bastante pajero pero a mí me gusta, no tengo problemas con eso.

—Subiste una foto rodeado de niños en un colegio, y ni siquiera son tu público objetivo. ¿Cómo crees que llegaste a ellos?

—Como hago videos en TikTok y TikTok todavía tiene hartos niños, han visto los videos. Y se da una cosa bastante particular: ellos no son mi público objetivo pa’ nada. Muchas de las cosas que yo hablo no son cosas que vivieron ellos, pero muchas veces sus papás les comentan esto yo viví cuando chico. Entonces les gusta ver eso, lo que vivieron sus papás, por eso me conocen. Esa vez fue una locura porque se tiraron todos los niños encima. Me daba risa que me conocieran.

—¿A qué crees que se debe tu éxito?

—Mira, el éxito se debe a que mi contenido es súper descentralizado. Como soy una persona que no vive en Santiago, no hago contenido directamente desde allá. La mayoría de los influencers y creadores de contenido son de Santiago, entonces siempre lo que muestran es de allá. Por ejemplo los que hacen videos de las picadas, en realidad muestran puras picadas de Santiago, po. Si querís conocer Puerto Montt, no hay nadie que te muestre eso. Como yo vivo en otra región, me gusta hacer contenido no solamente de donde vivo sino de todas las regiones. Averiguo un poquito de Arica, hago un video de Arica; averiguo un poquito de Antofagasta, lo mismo. Me gusta descentralizar un poco el contenido y hacer algo que pueda entretener a gente de Santiago pero también de regiones. Que sea variado, hablar de cualquier lugar.

—¿Y has podido capitalizar el éxito, monetizar?

—Yo tengo mi sueldo de periodista en donde trabajo. Siempre he estado con eso. Y hasta el momento el tema de redes sociales sigue siendo una especie de hobby, pero cada vez lo he podido monetizar más. Simplemente con el tema de las publicidades. Ya últimamente me han salido hartas publicidades con empresas. Yo no me cierro a eso porque igual es bacán. Si va bien, en algún momento quizá tenga que darle más prioridad a las redes sociales que al periodismo en sí, pero no me gustaría perder esa veta. Habría que ver en la balanza cuánto le doy de porcentaje a cada uno... Pero, claro, como mi contenido ha explotado más todavía, últimamente me han salido más cosas. Puede que algún día pueda vivir sólo de eso, pero por ahora me gusta vivir del periodismo también. Lo voy manejando mitad y mitad.

—¿Has pensado en algún otro proyecto? Hoy está de moda Twitch, por ejemplo.

—Me gustaría hacer Twitch y un podcast, ésas son las dos cosas que miro. Como son cosas que tú puedes hacer en redes sociales, no necesitái un horario específico. Muchísima gente me dice oye, ábrete un Twitch, haz un podcast. Y me encantaría, pero como soy solo, no trabajo con equipo ni nada, me es difícil todavía comprar todos los implementos. Cuando tenga la plata suficiente pa’ comprar las cuestiones, le daré. Igual es caro, porque como ya el Twitch y los podcasts están en un nivel alto, uno no puede llegar con un nivel básico. Tenís que tener cosas bacanes. Pero teniendo eso, me voy a lanzar por esos dos lados.

—¿De que sería el podcast? ¿Programa de entrevista?

—Sí, siempre con el humor, tirar un rato la talla y hablar de la cultura pop. Intentar adaptar el contenido que hago en video al formato podcast. Me gustaría hablar con los grandes personajes de los virales chilenos. El Zafrada, el Tarro. Siento que la gente de los virales son tan reconocidas hasta el día de hoy que uno los cacha por eso, nomás. Pero me gustaría tener una sección para conversar de ellos un poquito más, saber qué es de su vida.

Fanático de la cultura pop, Gabo quiere tener su propio podcast.

—¿Éste ha sido tu mejor año?

—Ha sido definitivamente mi mejor año en redes sociales. Total y absolutamente. O sea, éste ha sido el año consagratorio. Fue la explosión de todo lo que hago. Los videos han tenido un montón de visitas, la gente ha llegado mucho más.

—Para cerrar Gabo, ¿te animas a hacer un ranking ahora para el diario pop?

—Ya, po. Bacán. Mira, hagamos un ranking de las mejores portadas de La Cuarta. Hay algunas muuuy buenas:

La número 5,

Número 4,

Número 3,

Número 2,

Y el indiscutible número 1:

Infaltable, jajajajá.

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