Por Consuelo CalderónSu carrera y sus últimos años: Recordando a Nino García, el prolífico compositor y músico chileno
Fue un destacado compositor, pianista, director de orquesta y músico. Con una obra que abarca desde la música popular a la docta, fue arreglador de diversos artistas y se presentó en festivales como el de la OTI y Viña del Mar. Sin embargo, se alejó de la industria y llegó a cantar en micros. A los 40 años, se quitó la vida en 1998. Aquí, un repaso por su trayectoria.

Nino García fue un destacado artista chileno, uno de los músicos más prolíficos del país. Participó en festivales como el de la OTI y Viña del Mar, además de ser constantemente invitado a los estelares de televisión en la década de los ‘80.
Canciones como “Espejismo”, “Sin razón” y “Entre paréntesis” son parte de su repertorio, pero también fue compositor, concertista en piano, director de orquesta y arreglador de destacados artistas. Su obra abarcó tanto la música popular como la música docta.
No obstante, tras su oposición a la dictadura militar se fue alejando de la industria y terminó cantando en micros. Hasta que se quitó la vida, ante la falta de oportunidades para desplegar su arte, consignó El Desconcierto.
Un talento precoz
Nacido en 1957 en Valparaíso, Nino García demostró su talento por la música desde temprana edad. A los 14 años, el músico se integró a la Orquesta Sinfónica de Viña del Mar. Según consignó Música Popular, aprendió de composición con el compositor Tomás Lefever y el director de orquesta Jorge Peña Hen, pero se alejó al poco tiempo de este tipo de aprendizaje.
Gracias a su talento, fue becado por el conservatorio de música de la Universidad Católica. Sin embargo, renunció a la academia y se dedicó a la música popular, detalló El Desconcierto.
Con tan solo 17 años, García fue contratado por el sello IRT para componer los arreglos de cuerdas del disco “Las últimas composiciones” de Violeta Parra, editado en 1974.

Al año siguiente, el músico se unió al grupo de cámara Sexteto Hindemith 76, proyecto de música latinoamericana y jazz liderado por Guillermo Rifo junto a otros destacados intérpretes. Junto al grupo editó dos LP -”El cantar de nuestra América” (1975) e “In musica” (1976)-. Sumado a eso, también se encargaron del primer disco de Los Bochincheros, mientras que García fue director de orquesta del segundo álbum del programa infantil.
El músico fue contratado por el director artístico del sello IRT, Roberto Inglez, para desempeñarse como arreglador y orquestador de distintos artistas nacionales e internacionales como Antonio Prieto, Fernando Ubiergo, Tito Fernández, entre otros.
Por aquel entonces, Nino García ya era un músico consagrado y de prestigio, siendo director musical del programa “Vamos a ver”, conducido por Raúl Matas, y de “Nuestra Hora”, de José Alfredo Fuentes. Además, participó en las orquestas de Horacio Saavedra y Juan Azúa.
Según detalla el medio citado, en esta época, el grupo español Mocedades se presentó en Canal 13 y Nino García los acompañó en el piano. Si bien el director musical del conjunto intentó llevarse al músico a España, García decidió quedarse en Chile.
Posteriormente, Nino García se dedicó y formó el grupo Casablanca, con quienes grabó una de sus canciones más reconocidas “Espejismo”.
Fue durante la década de los ‘80 que el músico alcanzó su mayor popularidad. Con su canción “Sin razón”, García se presentó en el Festival de la OTI que se realizó en Argentina a fines de 1980. Años más tarde, el cantante fue parte del Festival de Viña del Mar con “Sé que no me perteneces”.
Desde entonces, García se dedicó a crear canciones para su propia voz y no aceptó trabajar para otros artistas. No obstante, Gloria Simonetti cantó su tema “Entre paréntesis” en el concurso del programa “Martes 13” en 1984, el cual ganó con su interpretación.
Distanciamiento de la industria y sus últimos años
En esta época, Nino García comenzó a alejarse del medio y expresaba su oposición a la dictadura militar. En 1987, la estudiante de piano María Paz Santibañez fue herida de bala en medio de una protesta universitaria, noticia conmovió al músico. La joven era compañera de su hermana en el Conservatorio, por lo que organizó el recital “Cien horas por las vida” para ayudar a la estudiante y compuso “La Paz y la guerra”.
El año siguiente, García estuvo a cargo de los arreglos del primer disco del grupo De Kiruza.
Según consignó Música Popular, el músico participó en la competencia local del festival OTI en 1988 con la canción “Cuando estás aquí”, la que fue una de sus últimas apariciones públicas masivas y su “despedida” del “ambiente artístico”.
Ya en la década de los ‘90, García se alejó de la televisión e incluso llegó a cantar en las micros por necesidades económicas. Junto a su pareja, María Eugenia Zúñiga, se trasladaron a vivir a la población La Victoria, donde se transformó en un activista cultural.
En 1991, el compositor terminó en la Posta tras una ingesta de medicamentos. No obstante, volvió a componer e ingresó a una agencia publicitaria para crear jingles comerciales, pero renunció a este trabajo tres años después.
En ese entonces, también estuvo componiendo obras sinfónicas como “Sinfonía democrática”, “Larga distancia”, “Rapsodia para cierto de cuerdas y orquesta” y “Gran sonata para violín y piano”. Algunas de sus obras se estrenaron póstumamente.
En 1997, García fue invitado a participar en un recital en homenaje a Cecilia.
Pese a su talento, el olvido marcó al músico, quien no tenía dinero que retirar en la Sociedad del Derecho de Autor (SDC). El 2 de febrero de 1998, Nino García se quitó la vida a los 40 años con un disparo en la sien, poniendo fin a su prolífica carrera. “A veces, para salvar el espíritu, hay que sacrificar el cuerpo”.
“Cuando se me pregunta qué pasó, por qué el suicidio de Nino, yo digo: “Por favor, esto no es un suicidio, este es un homicidio, por la insensibilidad, por el dolor, por el abandono”, expresó su pareja, María Eugenia Zúñiga.
Parte de la obra y del legado musical de Nino García no ha podido ver la luz y es de difícil acceso. En 1999, salió el disco basado en su obra “Aproximación a la música de Nino García” con varias obras inéditas hasta ese entonces, coordinado por Zúñiga gracias a un Fondart.
En 2022, el guitarrista Romilio Orellana junto a Beatriz Berthold y un ensamble conformado por integrantes de la Orquesta Clásica Usach, grabaron por primera vez la versión original de “Sinfonía Democrática”, tres décadas después de su composición. Además, el año pasado, se lanzó el disco “Del legado de Nino García” del sello Aula Records, con algunas de las composiciones del músico.
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