"El mundo es mío": Así es Sueños de Dalí, el primer disco de Paloma Mami

La chilena-estadounidense lanzó su debut de estudio durante la medianoche. En los últimos meses, la cantante urbana ya había publicado algunos sencillos del álbum como "Religiosa" y "Goteo". Pero aún quedaba mucho por entregar en esta propuesta que juega con lo surreal.

Para muchos fue una sorpresa. Ya en 2018 Paloma Mami saltó al escenario musical con "Not Steady", su primer sencillo que la puso de lleno en la escena. Luego vino otro golpe con "No te enamores". Y después aparecieron "Don't talk about me" y "No te debí besar", canción que interpreta con el español C. Tangana, quien ha arremetido con fuerza en el último tiempo.

Los distintos sencillos han sumado varios millones de reproducciones y la popularidad de la cantante nacida en Nueva York (pero con raíces chilenas) no ha dejado de crecer.

Pero aún faltaba algo y, sin apuro, Paloma Mami fue sacando algunos adelantos, como los videoclips de los sencillos "Goteo", "Mami" y "Religiosa". Esas piezas forman parte de su primer álbum de estudio que, finalmente, fue lanzado durante la medianoche del 19 de marzo, Sueños de Dalí.

"Las mejores pinturas, no se pueden ver solo una vez... tienes que apreciarlas realmente y estudiarlas para entender. Aun así cada vez que lo miras descubres algo nuevo", escribió ella en su cuenta de Instagram en una declaración que acompaña a la portada del disco.

Dreams

La tapa Sueños de Dalí muestra distintas caricaturas dibujadas de niñas y mujeres que parecieran ser la propia artista con distintos atuendos y en distintas facetas de su vida, algunas reales, otras imaginadas, otras derechamente pertenecientes al mundo de la fantasía y la ciencia ficción.

Al centro, está ella, montaba de una enorme paloma blanca.

En tanto, el fondo evoca a algunos de los cuadros más icónicos del surrealista español, Salvador Dalí, ambientados en escenarios iluminados, abiertos, con enormes planicies, a veces montañosos.

Así, se presenta un debut compuesto por 9 canciones, una intro y un interludio.

Y yodo arranca con la intro, "Mi palomita", que durante poco más de un minuto se sumerge en ritmos lentos que, por momentos evocan algunos aires de flamenco, acompañados de la voz de la cantante, quien cierra con la frase: "En la tempestad la sabiduría es mi pilar".

Luego viene "For ya", sencillo que ya había lanzado hace cuatro meses, en que, con ritmos de un electrónico reggaeton, la letra anuncia que "lo doy todo por ti/ aun sabiendo que tú/ no lo harías por mí". Luego viene "Goteo", otra canción que ya era conocida por sus seguidores, en que declara su poderío: "Mirar pero no tocar/ Mis curvas solo sirven para derrapar".

Después aparece "Frenesí", canción que sí aparece junto al lanzamiento del disco. "No tenerme te aborrece/ quiero que me lo confieses/ por las noche te amaneces esperando que regrese", dice de entrada, y así se relata lo que parece ser una relación llena de intensidad, de altos y bajos, de cercanías y distancias. Y como ya es costumbre, mezclando a la par el español con el inglés, sin el mejor complejo.

El disco avanza a "Religiosa", canción que hace semanas suena con su íntimo y sensual videoclip que la cantante co-protagoniza con su pololo, el modelo puertorriqueño Gilberto Figueroa. "Siempre quiero que tú me cuides/ No me gusta cuando te despides", dice el tema que parece narrar la relación entre ambos.

Y claro, en las canciones que tienen videoclip, Paloma Mami en su vestimenta juega con su ya característicos estilo que contrasta piezas ajustadas y con otras sobredimensionadas.

"Es chilena cuando le conviene na' má".

Es el momento de "Dreams", el interludio en que el lento punteo de una guitarra acompaña los juegos vocales y el canto en inglés de Paloma Mami que, despacio, avanza, llena de pausas y preguntas.

Llega el turno de "Mami", en que con una estética egipcia y de colores dorados, la artista declara que es "más poderosa que dos Nefertitis", encima del techo de una enorme camioneta monstruo.

En otra inédita, en "RDMDA", con los ritmos tradicionales del trap latino, la cantante habla de una relación a la que le pone final, porque "me he cansado de intentar", profundizando aún más en un inglés que domina casi toda la letra: "Cause we don't speak the same language".

Siguiendo con los ritmos de trap, ya con más intensidad, viene "I love her", en que la cantante declara que está en la cima de la escena musical, un espacio a la que pocos pueden llegar: "Disco platino, el mundo es mío/ Como Al Pacino, en nadie confío", luciendo una mano con "muchos anillos pa' pocos dedos".

Ya hacia el final del disco, la artista canta que el amor la tiene "Traumada". Con un ritmo más oscuro, nocturno y en un lujoso auto, confiesa que "Yo te amé/ de verdad/ Pasó el tiempo y necesito respirar". Y arriba de un lujoso auto, en medio del humo y las luces de la noche, dice que "estaré soltera hasta mi velorio".

Y para rematar, luego de múltiples guiños al idioma anglosajón, llega la última canción que se titula "Qué wea". Con múltiples voces, la cantante juega con el inglés, el castellano y distintos garabatos chilenos, en un variado y provocador popurrí de lenguas para cerrar el disco, y le habla con fuerza a cualquier posible detractor:

Siempre con la misma hueá

"No sé cómo chucha está pegá', pegá'"

"Le va bien por lo rica que está"

"Es chilena cuando le conviene na' má'"

Ante esas frases, ella responde simplemente: "Qué wea". Así de claro.

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