Por Marco OyarzúnTito Nieves, genio de la salsa, recuerda su alocada juventud: “Fui mujeriego”
Un verdadero paseo por su historia y anécdotas, además de su relación con el mítico Héctor Lavoe, conversó este cantante que ha sido comparado con el mismísimo Luciano Pavarotti. Esta noche se presentará en el Gran Arena Monticello.

Este viernes 7 de noviembre vuelve a nuestro país un prócer del ritmo, Tito Nieves (67), quien aterriza en el Arena Monticello para ofrecer un show completo que recorrerá sus grandes éxitos y promete un alto nivel técnico para que las canciones lleguen con fuerza al público.
En el marco de su gira por sus 50 años de trayectoria, el artista repasará parte de sus temas solistas y también los proyectos en los que participó. El más recordado por muchos es su paso por Conjunto Clásico, donde compartió con su gran amigo, el legendario Héctor Lavoe.
El nacido en Puerto Rico y criado en Nueva York, además de ser fanático del soft pop —una de sus bandas favoritas es Chicago—, se ha caracterizado por su talento vocal, que le valió el apodo de “El Pavarotti de la Salsa”, además de la profundidad emocional de sus interpretaciones.
“Contentísimo de poder presentarle esta gira del último tour de los 50 años. La gente queda asombrada porque me pregunta: ‘Maestro, ¿te estás retirando?’. Solo dije que iba a celebrar mi último tour de esta magnitud, que son los 50 años. No voy a celebrar otros 50 jamás, tendría como 106 años”, dice con humor, dejando claro que la carcajada la tiene siempre a flor de piel.

-50 años con las botas puestas, siguiendo ahí. Imagino que lo que lo mantiene también es el aplauso. El artista es una carrera distinta, viven cosas diferentes... su carrera ya es algo distinto a lo normal.
-Tú sabes, Marco, que la gente dice que el aplauso es el alimento del artista. Eso motiva, es una forma de aceptación. Entre el aplauso y los gritos, eso activa más al artista; no egoístamente, pero te da ese voto de confianza. Y te digo, este espectáculo está lleno de emociones, porque hay canciones que hace más de 30 o 40 años que no canto, que también se escucharon en Chile. La gente va a decir: “Ay, yo recuerdo esa canción, esa salió fue en el 90”.
-Será un espacio de grandes hits y, aparte, algunas rarezas que no toca hace mucho. Su historia es larguísima. La música nunca es solamente canciones: hay un tema cultural. Cuénteme igual usted cómo fue ser también un joven latino en Estados Unidos. Esa mezcolanza que vivieron los latinos creó géneros y corrientes que salieron de ahí. Por ejemplo, Compay Segundo, de Buena Vista Social Club, decía que lo suyo no era salsa, sino son.
-Tú sabes, esa pregunta es genial, porque cuando yo comencé, en el 75, no era salsa. Todos los ritmos tenían su nombre, como decía Compay Segundo: guaracha, guaguancó, el son, el bolero. Recuerdo también cuando empezaron los premios Grammy, especialmente los americanos. Antes era salsa, merengue… ahora es tropical music. Pero es cierto lo que dice Compay Segundo: varios de estos ritmos salen de Cuba.

-Sí, algo más comercial el rótulo.
-El maestro Tito Puente nunca le gustó la palabra “salsa”, porque era un maestro, porque estudió en una de las escuelas más prestigiosas de Nueva York, la Juilliard School, una de las más importantes, como decir Berkeley. Y él nunca, nunca le vio la razón de llamar a nuestra música salsa.
-También Nueva York era mucho más industrializada la música...
-Si tú te haces en Nueva York, te haces en el mundo, decía Frank Sinatra. Nueva York era la meca, no solamente de la salsa, también de la música norteamericana. Se hacía The Ed Sullivan Show y los artistas que se presentaban ahí eran éxito mundial: Los Beatles, Elvis Presley, Frank Sinatra, Sammy Davis… todos los grandes.
-Bueno, usted trabajó también con Héctor Lavoe.
-Cantaba con Héctor Lavoe en el 78. Imagínate, yo contemplando el disco de Willy Colón y Héctor Lavoe en el 74, y en el 75 me inicié en la orquesta como corista. Luego me hice cantante principal en el 77. En el 78 recibo una llamada de Héctor Lavoe para ser miembro de su orquesta. Él es el causante de que yo esté en esta música llamada salsa, porque fue mi ídolo. Y Willy Colón también, cuando iniciaron el tema “Chechecolé”. Pero te digo, tuve la bendición de estar con Héctor y ser su amigo personal.
-Se extraña esa figura, es un verdadero rockstar, porque está en las poleras, al mismo nivel que un Jim Morrison o un John Lennon. Son imágenes que uno ve en todas partes.
-Héctor Lavoe era una persona común y corriente. Él no sabía la grandeza de lo que era. Era una persona normal, nunca reconoció quién era.
-Le dicen el Pavarotti de la salsa, ¿qué le parece ese apodo?
-Ese apodo me lo puso el maestro Johnny Pacheco en una grabación que tuvimos con la Fania All-Stars. Recuerdo que estaba cantando un coro con Rubén Blades y otro cantante muy famoso llamado Néstor Sánchez. Yo estaba en el medio y tenía la voz más alta. Johnny Pacheco, desde la cabina, me dice: “Tito, aléjate un poquito del micrófono”. Me alejo un poco, me lo pidió dos veces, y ya mi espalda estaba tocando la pared cuando me dice: “No, chico, tú eres un Pavarotti de la salsa”. Me bautizó así en 1982.
-¿Le gusta?
-Te digo, en aquel entonces no, porque Luciano Pavarotti estaba por todo lo alto, y yo dije: “Wow, para meterme en esos zapatos me costaba”. Pero tenía todas las características: el cuerpo, era un cuerpo brusco, la barba... parecía también a Pavarotti.
-Con eso llega su etapa solista. ¿Cómo fue salir del grupo a ser solista? ¿Esos primeros pasos dieron miedo?
-La palabra no es miedo, es ansiedad de que todo salga bien. Es un cambio drástico cuando uno ya toma las riendas de su carrera. Y para mí, recuérdate que yo te dije que era rockero y tenía esa mezcla de diferentes músicas.A mí se me hizo fácil la selección de canciones, porque empecé con temas inéditos y luego con baladas fusionadas de José José, Rocío Dúrcal... Me adapté rápido, no te voy a mentir. Pero antes que yo ya estaban como solistas Gilberto Santa Rosa, Erick Santiago, Frankie Ruiz, y ellos también habían salido de agrupaciones. Y yo dije: ¿por qué no?

-Supe que se casó dos veces. Varias canciones hablan de amor. ¿Cómo vive un artista la pasión?
-Me casé cuatro veces, ja, ja. No me siga los pasos.
-Cuatro matrimonios, algunos amoríos más... ¿Cómo vive la pasión de un artista en su caso?
-Lo que pasa es que nosotros, aparte de ser exitosos en el canto, no somos exitosos en todo. Somos seres humanos. No voy a decir que soy un hombre perfecto. Esta carrera es muy exigente; a veces no puedo estar aquí los días de fiestas, muchas veces los cumpleaños los paso afuera. Y hay relaciones que no pueden con eso. Al principio sí, pero después comienza la guerra, los celos... Y no, no era un niño bueno, también tenía mis travesuras, fui mujeriego, con toda honestidad. Fue un defecto en aquel entonces. Tenía tu edad, 27 años, o sea, el ego estaba activado y todo lo demás.
Uno va madurando, pero tú sabes que Dios me dio la dicha de tener la mujer ideal, la mujer que siempre esperé. Ya llevamos ocho años de casados con Janette, quien maneja mi carrera. Aparte es madre, abuela, mejor amiga, la consentida de la casa. Ahora tengo paz y tranquilidad.
¿Cómo comprar entradas?
Actualmente todavía quedan entradas disponibles para este recital, que tomará lugar a las 20:30 horas. Los tickets se encuentran a la venta en la página oficial del Gran Arena Monticello, con precios que van desde los $29.900 hasta los $115.000.
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