“No es que me guste dormir separada de mi pareja, es que me gusta dormir, y con mi pareja no, imposible", partió relatando Magdalena Max-Neef sobre una situación con su marido, el también actor Juan Bennett.

En un capítulo de Podemos Hablar, espacio de conversación de Chilevisión, la actriz de teleseries como Adrenalina, Brujas o No Abras La Puerta continuó contando:

"Yo entiendo que el roncador no es responsable de su ronquido... Bueno, a veces sí, cuando beben copete y comen mucho roncan más, y hay una responsabilidad. Pero en términos generales no son responsables.

"Pero a mí me empezó a pasar que tal vez yo sentí que mi relación estaba en crisis por eso. Es que uno tiene que dormir poh. Pasa lo siguiente: tú te acuestas, yo me demoro mucho en quedarme dormida, él se duerme así, entonces empieza, mira, unos ronquidos…

“Me llegó a dar tendinitis de todo lo que lo empujé. Hacía ‘shh, shh, shh’. Después viene el empujón, después el empujón más fuerte, después lo único que te queda es ahogarlo. Y tú sabes que él no lo está haciendo para webiarte, pero te da una rabia. Te juro que me daban unas ganas de verdad de ahogarlo.

“Entonces dije ‘esto va a poner en crisis nuestra relación’. Además yo me terminaba yendo a dormir a un lugar que no estaba preparado, o él se consumía de culpa, porque le daba culpa, si yo al día siguiente le decía ‘roncaste toda la noche weón’. Entonces entre la culpa de él, la rabia, dijimos ‘esta cuestión no’ y decidimos separarnos de pieza.

“Hemos estado en piezas separadas lejos, cerca, de todas las maneras. Ahora tenemos separadas por una pared que no es lo suficientemente gruesa. Yo le digo a mi marido ‘tú roncas como si midieras dos metros y pesaras 190 kilos’. Te juro, si yo una vez terminé…

"Porque hay veces que no hay dos camas. Entonces estábamos en un hotel, nos acostamos, él se durmió y empezó a roncar. Hice de todo, terminé durmiendo en el auto. Me llevé una almohada, un ponchito y terminé durmiendo en el auto. A las siete de la mañana me despierto, parto para allá, abro la puerta y estaba durmiendo. Ni siquiera se había dado cuenta”.