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“Mi depresión duró 23 años... Debí haber ido al médico mucho antes”: Juan Antonio Labra reaparece, rompe mitos y presenta a su hija y nieto

Juan Antonio Labra en el Festival de Viña, en una foto del Archivo Histórico Cdoc Copesa, y ahora, en un pantallazo de Only Fama.

“Mi depresión duró como 22 o 23 años... Fue bastante grande. Por porfiado también. Debí haber ido al médico mucho tiempo antes y haber tomado unos antidepresivos que son maravillosos para todo tipo de organismos”, dijo Juan Antonio Labra de negro y camisa blanca, mostrando delgadez y calva, con anteojos oscuros, en Only Fama.

El cantante de 66 años que entre 1988 y 1992 fue éxito, furor y plata; triunfó en el Festival Viña varias veces, le apodaban ‘el Michael Jackson chileno’ y gozaba de una fama de esas que ya no existen, desapareció de la televisión y los escenarios de corte masivo en 1993. En el peak de la popularidad con hits como Bailarina, Me Haces Mal, Soy Latino, Mueve, Mueve o Niña.

Se tejió toda clase de mitos, entre ellos que había muerto durante el incendio de una discoteca. Después lo mataron de nuevo en las leyendas urbanas. “Si bien pensaron que me había desaparecido, nunca dejé de cantar, porque tenía que parar la olla”, afirma en esta entrevista en televisión que lo trajo de vuelta y provocó una ola de comentarios en X. “Me faltó ego, soy muy simple. Me faltó creerme el cuento”, explicó sobre el por qué no siguió conquistando mercados gracias a ese talento que todos sus colegas reconocen.

Cuenta que hizo algunos intentos por ir en busca de una carrera internacional, pero halló “mucho tránsfuga, mucha mafia, me sentí como poroto en paila marina” en esos ambientes. Y desistió. Aunque la causa de esta “desaparición” hace casi tres décadas comenzó cuando falleció su madre, a los 63 años, víctima de un aneurisma.

Ella lo era todo. Lo acompañó desde niño en sus inicios como músico y cantante, se sentaba junto a él a componer letras y llegó a ser su mánager y representante. La pérdida gatilló en el artista una depresión de esas que fulminan y que no trató a tiempo. “No quería levantarme. Me tomaba ocho Alprazolam al día, me quería borrar”, detalla. Sufría crisis de pánico que a veces no lo dejaban salir a los escenarios en que siguió presentándose, con público reducido.

El diagnóstico de profesionales, a los que acudió tarde, y el amor familiar lo sacaron adelante. En 1990 nació la primera de sus dos hijas. En 1996 se casó.

La periodista Marilyn Pérez habló en el programa de Mega con Paulette, su hija mayor, quien fue puro cariño, orgullo y agradecimiento por su padre. Lo mismo que el nieto de Labra, un pequeño que pide ver los shows de su abuelo en YouTube y que vibra y baila con el Paran Pan Pan de 1989.

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