“Me enamoré perdidamente", afirma Cristina Tocco recordando la relación que tuvo, a los 18 años, con el marido de su prime hermana, lo que se transformó en un escándalo familiar.

La figura de origen argentino de 62 años estuvo en el último capítulo de Podemos Hablar junto a Elena Muñoz, Betsy Camino, Marco Enríquez-Ominami y Gino Costa.

Este fue el relato de Tocco sobre su primera relación importante:

“No fue un arrebato pasional. Me enamoré, que es muy distinto, de un primo político. Y quedó la embarrada en la familia. De hecho, muchos Tocco dicen que no soy familia, porque es una familia muy conservadora y nunca me perdonaron, pero muy injustamente, porque yo tenía 18 años y mi primo político 46.

“Y en el momento de juzgar… Como este señor estaba empoderado, por distintas razones, que ya partió, como casi todos mis novios, todos arriba ya. Lo que pasa es que yo me enamoraba y me estuve enamorando de gente mayor. Pero me gustaba mucho. Falleció.

“Un señor bajito, español, gerente general de una editorial muy importante, y era muy lúdico. Yo encontraba que tenía como un chamullo, como una cosa así como el español. El señor tenía sus años, pero yo no me daba cuenta, no hacía esa referencia. Y le decía ‘vamos al lago de Palermo, que quiero remar’. Y lo menos que quería hacer conmigo era remar. Pero como yo estaba tan enamorada

“Entonces me arrendaba un bote y decía ‘pues pasa, yo te voy a ver desde la orilla’. Él se sentaba, pobrecito, y yo... No remaba porque eran bicicletas, y daba vueltas por el lago. Y pasaba y me decía ‘qué bella eres’. En el fondo decía ‘¿hasta cuándo rema esta pelotuda?’. Lo que menos que quería era remar conmigo.

“Me enamoré perdidamente. Entré a trabajar en la editorial donde trabajaba. Y además me hacía poemas. O sea, él gestionó que yo me enamorase de él, a falta de papá. Es más, cuando teníamos relaciones sexuales, y esto me lo dijo un terapeuta, me importaba más sentirme abrazada por él, protegida, y no entendía por qué no llegaba a la culminación de un orgasmo.

“Después me dijo un terapeuta 'tú, inconscientemente, no lo querías para eso. Tú quieres un hombre poderoso, un hombre que te arme un mundo de colores'. Y me armó un mundo de colores. Y la familia lo tachoneó. Pero lo perdonaron a él y a mí no me perdonaron en ese momento. Y ya pasó la vida. Y parte de la familia me ha levantado los cargos. Pasaron 40 años.

“Mi mamá, que obviamente murió hace mucho tiempo, en esa época llegó a sospechar algo y armó un escándalo. Y le dije ‘sí, estoy enamorada de él’. Entonces me fui a vivir al departamento de mi hermana mayor. O sea, mi vieja me echó. Fue tal el escándalo que no lo podía soportar en casa.

“Y yo estaba dispuesta a morir de inanición o lo que fuere. No lo iba a perder de ninguna manera. Y bueno, este hombre, no lo juzgo, pero lamentablemente su mujer es una mujer maravillosa, prima hermana mía. Yo le pedí perdón”.