Este perro es demasiado inteligente. La mayoría de los perros, al ver su pelota de juego favorita, correrían detrás de ella para morderla sin parar y jugar por horas. Pero este can es tan obediente de que no tomará su juguete hasta que su amo le diga.

El humano le va pidiendo al perruno que se vaya acercando lentamente a la pelota, pero cuando va llegando, le pide que vuelva para atrás. El perro le hace caso en todo.

Incluso su dueño lo agarra la leseo, y le pide que se de unas vueltas antes. Al final le dice "A la cuenta de ¡tres! podrás tomar tu pelota, ¿ok? Uno... Dos... ¡Cuatro!" Y ahí se queda el perruno, sin moverse y esperando el momento.