La matanza narco de Minatitlán: padre tuvo que ser enterrado junto a su bebé

Todo se trataría de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales.

Con lágrimas e indignación terminó un cumpleaños en Minatitlán luego de que un tiroteo terminara con la vida de 13 personas.

El hecho se trataría de un ajuste de cuentas entre dos carteles rivales: los Zetas y el Cartel Jalisco Nueva Generación.

Fueron alrededor de 6 sujetos los que ingresaron con pasamontañas al salón de fiestas y, tras preguntar por Julio César González, comenzaron a disparar asesinando a siete hombres, cinco mujeres y un bebé.

Conmoción

Uno de los funerales más emotivos fue el del César Hernández, reconocido entrenador de beisbolistas, y su hijo Santiago, de solo un año de edad.

"El papá trató de protegerlo entre sus brazos, quiso salvarle la vida pero no pudo", comentó uno de los asistentes.

Según el informe policial Santiago recibió un balazo en la arteria carótida, por lo que murió desangrado.

El pequeño fue colocado entre los brazos de su padre por última vez y ambos fueron depositados en el mismo féretro.

"Santiago era tan pequeño que lo pusieron en el mismo ataúd que a su papá. Los dos en un féretro blanco", señaló un testigo.

Durante la ceremonia, que se realizó en un estadio de beisbol, el dolor reinaba entre los asistentes.

"Cuida a tu hijo. Van a estar por siempre juntos", gritaba desconsolada la abuela paterna del bebé.

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