Niños escoceses sufrieron abusos en orfanatos católicos durante 60 años

Se encontró una fosa común con casi 100 cadáveres de bebés y niños. Desde torturas a agresiones sexuales tenían que padecer los niños a manos de los religiosos.

Durante más de 60 años, los niños y niñas de dos orfanatos católicos de Escocia fueron víctimas de brutales malos tratos, abusos sexuales y vejaciones, como ha revelado una investigación del Tribunal Supremo de esta región británica.

De acuerdo con un informe preliminar, realizado por la magistrada Lady Anne Smith, los menores vivían en un clima de miedo y control en el que eran sistemáticamente humillados, abusados sexualmente y golpeados con crucifijos de madera, palos, correas de cuero, calzado, cepillos para el pelo e incluso una correa de perro.

Un total de 54 testigos contó sus experiencias en Smyllum Park. En el lugar fueron hallados más de 100 cuerpos de bebés y niños dentro una fosa común.

La congregación de monjas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl era la que gestionaba las dos instituciones, donde, según la indagación, se produjeron los abusos: el Orfanato Bellevue, cerca de Glasgow y el Hogar Infantil de Smyllum Park, en el pequeño pueblo de Lanark (centro de Escocia).

Abusos sexuales

De acuerdo con los hallazgos, en este último internado también se produjeron abusos sexuales por parte de "sacerdotes, un sacerdote en formación, hermanas, miembros del personal y un voluntario".

Lady Smith, que en su informe calificó los malos tratos como "un aspecto normal en la vida diaria" de algunos pequeños, describió así los hechos: "Me parece que los niños fueron maltratados tanto en Bellevue como en Smyllum. El abuso ocurrió. Fue físico, emocional y sexual", indicó la magistrada.

Las indagaciones empezaron en octubre de 2015 como parte de una estrategia impulsada por el Gobierno escocés para investigar el abuso histórico de niños y niñas llevado a cabo en instituciones de acogida de toda Escocia durante varias décadas.

Dramáticos testimonios

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Una de las víctimas protestando en Edimburgo[/caption]

De su testimonio se desprende que los niños que mojaban la cama por la noche eran a menudo obligados a dormir sobre ellas y sometidos a insultos por parte de las monjas y de otros menores.

Además de recibir golpes constantemente, se les forzaba a tomar baños de agua sucia, muy fría o muy caliente, se les alimentaba por la fuerza y eran utilizados como mano de obra infantil.

No había ningún sistema para marcar sus cumpleaños, por lo que muchos de ellos no sabían cuando se hacían mayores, si eran zurdos se les obligaba a usar su mano derecha y otros eran golpeados por declararse protestantes o judíos.

El informe identifica al extrabajador de Smyllum Park Charlie Forsyth, ya fallecido, como uno de los responsables de propinar palizas y un trato degradante a los pequeños.

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