El cardenal Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica. Con una vida marcada por su labor en Perú y su influencia en el Vaticano, el pontífice de origen estadounidense y corazón latino inicia su papado con un mensaje de unidad en tiempos de conflicto.
El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo Papa de la Iglesia Católica, adoptando el nombre de León XIV.
Su elección marca un hito histórico al convertirse en el primer pontífice de origen estadounidense.
Prevost, de 69 años, fue seleccionado en la cuarta votación del cónclave, sucediendo al Papa Francisco.
Una figura importante en El Vaticano
Antes de su elección como Papa, Prevost desempeñó roles significativos en la Curia Romana.
En enero de 2023, fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos, el cual realiza la selección de los nuevos obispos antes de la aprobación papal.
También fue presidente de la Pontificia Comisión para América Latina seleccionado por el propio Papa Francisco, algo que se relaciona con la propia carrera que tuvo el nuevo Papa en América Latina.

Tiene la nacionalidad peruana
Prevost tiene una profunda conexión con Perú, donde trabajó extensamente como misionero agustino.
En 1985 comenzó a dirigir el seminario agustiniano en la ciudad de Trujillo, una labor que desempeñó durante una década.
En ese sentido, su compromiso con la comunidad lo llevó a obtener la nacionalidad peruana en 2015.
Ese mismo año, también fue nombrado obispo de Chiclayo, cargo que ocupó hasta su traslado al Vaticano.
También se desempeñó en la Conferencia Episcopal Peruana y además fue administrador apostólico del Callao.

El primer papa estadounidense
Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Estados Unidos, Robert Francis Prevost es de ascendencia española por parte materna.
Ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín en 1977 y realizó sus votos solemnes en 1981.
Su experiencia multicultural y su dedicación pastoral han sido destacadas en su ascenso dentro de la Iglesia. De ahí que maneja idiomas como el inglés, español, italiano, francés y portugués, entre otros.
Como Papa León XIV, enfrentará desafíos significativos, incluyendo la necesidad de abordar las divisiones internas de la Iglesia, pero también el escenario internacional marcado por los conflictos.