Los sapos que se ganan la vida en las oficinas aduaneras de la capital búlgara de Sofía hallaron más de 700 litros de cocaína líquida caleteados en un cargamento de vino boliviano.

A pesar de que Bulgaria queda como a chorrocientos mil kilómetros de Chile, el notición pegó fuerte por acato porque las mil 29 supuestas botellas de vinacho llegaron al puerto de Varna, en el mar Negro, en un contenedor proveniente nada menos que del puerto nortino de Arica. La misma carga contenía botellas con vino de verdad.

El valor en el mercado negro de la droga fue estimado en diez millones de euros.

La operación fue realizada por las autoridades búlgaras en cooperación con los servicios secretos gringos.