Primera Ministra británica renunció a su cargo entre lágrimas: "No fui capaz"

Theresa May llegó al poder en julio de 2016 a raíz de la renuncia de su predecesor David Cameron. !uería a toda costa sacar a su país de la UE, pero desde hacía meses estaba sufriendo una enorme presión política tras sus fracasos por evitar el Brexit.

Visiblemente emocionada y con la voz quebrada, la primera ministra británica Theresa May anunció el viernes su dimisión, reconociendo su incapacidad para hacer aceptar el acuerdo negociado con Bruselas y dejando al Reino Unido bajo la amenaza de un Brexit brutal.

"Lo intenté tres veces" pero "no fui capaz" de lograr que el Parlamento aprobase el acuerdo de divorcio, afirmó ante las cámaras de televisión frente a la puerta negra del número 10 de Downing Street, su residencia oficial en Londres.

"Creo que era correcto perseverar incluso cuando las posibilidades de fracasar parecían altas, pero ahora me parece claro que en el interés del país es mejor que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo", agregó, proclamando su amor por el Reino Unido al borde de las lágrimas.

Por eso "dimitiré como líder del Partido Conservador el viernes 7 de junio", anunció.

May seguirá así en el cargo para recibir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que realizará una visita de Estado a Reino Unido del 3 al 5 de junio.

Numerosos aspirantes deberían lanzarse en los próximos días a esta carrera. Pero de momento el único que anunció oficialmente sus ambiciones es el controvertido exministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, defensor de cortar claramente los puentes con la Unión Europea y que inmediatamente llamó al país y al Partido Conservador a "unirse y cumplir con el Brexit".

"No cambiará nada"

Tras el referéndum de junio de 2016 en que 52% de británicos votó a favor de poner fin a 45 años de integración europea, Reino Unido debía haber abandonado el bloque el 29 de marzo.

Pero ante el tozudo rechazo del Parlamento al acuerdo negociado por May, el Brexit fue pospuesto dos veces, la segunda hasta el 31 de octubre a más tardar.

"El Brexit duro parece en estas circunstancias una realidad casi imposible de frenar", estimó la portavoz del gobierno español Isabel Celaá. Sobre todo, habida cuenta que la UE no está dispuesta a renegociar el texto que May no logró hacer aceptar a euroescépticos ni proeuropeos.

Su dimisión "no cambiará en nada la posición adoptada por el Consejo Europeo para el acuerdo de salida", advirtió desde Bruselas una portavoz de la Comisión Europea, Mina Andreeva.

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