Horas antes de su deceso, el Sumo Pontífice compartió una reflexión con los fieles católicos.
Más de 35 mil fieles católicos se congregaron este domingo para celebrar la Misa de Pascua, presidida por el cardenal Angelo Comastri, arcipreste emérito de la Basílica de San Pedro y vicario general emérito para la Ciudad del Vaticano. Por deseo del Papa Francisco, aún convaleciente en Casa Santa Marta, fue él quien ofició la celebración.
Una de las novedades de esta Pascua fue la lectura de la homilía, preparada especialmente por el Sumo Pontífice, quien finalmente perdería la vida durante la jornada de este lunes.
En su sermón, Jorge Bergoglio subrayó dos aspectos fundamentales del anuncio pascual. El primero: “Cristo ha resucitado, está vivo”. Por eso, recordó que “no debemos buscarlo en el sepulcro. No se trata de una bella historia del pasado ni de un héroe para recordar o una estatua para admirar”.
“Todo lo contrario: hay que salir a buscarlo. Buscarlo en la vida diaria, en el rostro de los hermanos, en lo cotidiano, en lo inesperado. Buscarlo en todas partes, excepto en el sepulcro”, añadió.
“Buscarlo siempre”, insistió el Papa Francisco en su prédica. “Porque si ha resucitado, entonces está presente en todo lugar. Habita entre nosotros, se revela —y también se oculta— en las personas que encontramos cada día, en los momentos más sencillos e impredecibles de la vida”.
“Él está vivo y permanece con nosotros”, añadió, “llorando con quienes sufren y multiplicando la belleza de la vida en los pequeños gestos de amor de cada uno”.
El último mensaje
Pese a su estado de salud, el Papa se apareció ante los fieles y dijo unas breves palabras.
“Queridos hermanos y hermanas, felices pascuas”, expresó. “Pido al maestro de ceremonias que lea el mensaje”, añadió.
En el texto, pidió el fin del rearme mundial y el cese al fuego en la Franja de Gaza.
“Ninguna paz es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de preparar su propia defensa no puede transformarse en una carrera general de rearme”, concluyó el fallecido líder católico.