España vivió en los últimos años un vaivén en términos de regulación que puede usarse como un caso paradigmático. En la trama española, las políticas públicas, el marco jurídico y el sector privado entraron en tensión después de que en 2020, el Gobierno español aprobara el Real Decreto 958/2020, también conocido como “Ley Garzón”, por el ministro que la llevó adelante.

El decreto capó la publicidad en camisetas, clubes de fútbol y redes sociales. Además, limitó promociones como bonos de bienvenida y bono por registro sin depósito para nuevos usuarios.

Así, la medida afectó teledirigidamente a una de las estrategias de captación más comunes de captación de nuevos jugadores y por eso en el período entre la implementación del decreto y su anulación parcial, las plataformas tuvieron que adaptarse a una praxis con menor margen comercial.

Las campañas, por orden del Gobierno, debían estar centradas en fidelizar a jugadores existentes más que en atraer nuevos.

La decisión del Tribunal Supremo

En abril de 2024, el Tribunal Supremo español declaró nulos varios artículos del mencionado decreto, argumentando que el Ejecutivo se había excedido en sus competencias.

De esa manera, el fallo abrió una ventana para que los operadores retomaran la promoción con bonos de bienvenida, y muchos lo hicieron de forma inmediata, aunque con políticas internas de control y mensajes de juego responsable para evitar futuras sanciones.

Pero esa libertad que habían recuperado los casinos podría estar lejos de ser definitiva, ya que el Gobierno volvió a la carga, ahora a través de una enmienda dentro del Proyecto de Ley para la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública.

En esa enmienda, aún en debate, se incorporan restricciones muy similares a las de la “Ley Garzón”, sobre todo en lo que se refiere a las partes tachadas por el Tribunal Supremo, como veremos más adelante en este artículo.

Un año récord marcado por la inversión en marketing

Después de la anulación de parte del decreto, llegó un año récord para los casinos online españoles. El margen neto de juego (GGR) durante el año pasado fue de 1.454,59 millones de euros, lo que supone un incremento del 17,61% respecto al año anterior, de acuerdo a la memoria de juego del organismo regulador español.

Como si se tratara del “huevo y la gallina”, la inversión publicitaria (y promocional) también creció durante el mismo período. Una vez que los casinos tuvieron la posibilidad de invertir libremente en promociones, el gasto total en marketing ascendió a 526,30 millones de euros, un aumento del 30,36% frente a 2023.

El desglose de los datos revela una estrategia de los operadores y la importancia de los bonos, ya que casi la mitad del presupuesto fue destinado a promociones, alcanzando éstas un total de 261,53 millones de euros.

Además, se invirtieron 203 millones de euros en publicidad, 56,32 millones de euros en estrategias de afiliación y 5,45 millones de euros en patrocinios, aún limitados en redes sociales.

¿Pueden volver las restricciones?

El texto fue aprobado por la Comisión de Sanidad del Congreso en junio de este año, pero debe pasar por el Senado, donde la mayoría del Partido Popular (actual oposición) tiene la posibilidad de votar en contra.

De lo anterior se desprende que, por ahora, el futuro de los bonos en España depende de esa votación, ya que si el Senado aprueba la ley con la enmienda, los bonos de bienvenida volverán a estar disponibles únicamente para jugadores con más de 30 días de antigüedad en la plataforma y bajo verificación documental, lo que reduciría la posibilidad de captar nuevos usuarios.

En cambio, si el Senado rechaza el texto o lo modifica sustancialmente, el sector mantendría la situación actual.

¿Qué puede aprender Chile de esta experiencia?

En Chile, el debate sobre la regulación de los casinos online y las apuestas deportivas todavía está abierto, con resultados inciertos.

El país todavía no tiene una ley específica para el sector de casinos online, aunque el Congreso sigue tratando el proyecto. Por eso, la experiencia española puede ser una fuente de lecciones valiosas.

La más importante de ellas es la de definir un marco legal claro y estable, pero sin descuidar el impacto económico para el sector, ya que en España, incluso con restricciones, el juego online ha tenido un aporte relevante en términos de impuestos, empleo y patrocinios.

Para Chile, que podría atraer a operadores internacionales y dinamizar su economía digital, este es un factor a tener en cuenta. Sin embargo, se hace evidente que hay que evitar cambios normativos improvisados o ajenos al debate sectorial, como aquel que sucedió en el país europeo.