Cuenta Penélope Lubbert (25) que el primer tatuaje que se hizo fue un sol en el hombro.

“Eso fue en mi época hippie, entonces hacía yoga, meditaba, iba a paseos de esa onda. Después me hice un tigre, más tradi”.

A los 19, relata, se fue por otro lado.

“Me di cuenta que había vivido toda la vida en una suerte de burbuja donde tenía muchos privilegios y estaba todo dado. En la adolescencia me puse rebelde y quise salir a experimentar cosas nuevas y me metí en problemas: relaciones tóxicas y temas de fiesta principalmente. Era agrandada, me gustaba vivir experiencias fuera de lo corriente y fuera de esa seguridad. Quise conocer otras realidades diferentes a la mía. Hoy día agradezco haber tenido esa inquietud”.

Actualmente Penélope es más conocida como 666ATA, antes de eso su nombre artístico fue Ataraxia.

“Ataraxia fue el primer nombre que usé porque era mi user de Insta. 666ATA tenía la idea que fuera con una G de gata pero no se entendía bien. El 666 es polémico, hay gente que lo ve como medio satánico, para mi el 6 es un buen número en numerología y es mi favorito”, contó en Vibes en la Nota.

A los 25 años, la cantante y tatuadora 666ATA tiene cerca de 50 canciones, un EP junto a Bbveneno (“Santa y Profana”, 2024) y ha construido una carrera con posicionamiento internacional. Por ejemplo, tocó en la Sala Razzmatazz de Barcelona: “Fue brígido porque me invitaron con todo pagado, no lo podía creer”, contó en La Junta Plus.

“También toqué en Luxemburgo y ahí también me financiaron todo. Yo no conocía mucho, llegué asustada pero me trataron como una reina, hicieron hasta merch en el evento”.

Además ha tenido shows y giras en Argentina, México y España, donde junto a Bbveneno teloneó a la artista Six Sex.

“A los 21 me fui a Alemania. Sabía que quería hacer música, pero no tenía nadie para grabar. Solo tenía un micrófono con USB para conectar directo al computador, así que hacía mis maquetas y se las mandaba a mis amigos acá en Chile. Pero fue difícil, estuve un par de años parada sin hacer mucho, hasta que me fui a España, ahí hice temas con productores de allá y aprendí a buscar otras maneras”, cuenta.

“Se me metió en la cabeza que sola no iba a llegar a ninguna parte, así que tenía, además de trabajar mucho, hacer redes. Así fue como mi música se hizo un poco más internacional, por necesidad”.

HIMNOS HERÉTICOS

“Tuve una infancia linda, muy segura. Soy la menor de cuatro hermanos, fui el conchito, así que crecí con papás bastante mayores, en una familia que ya estaba formada, sólida. Eso me dio muchas herramientas de contención, de crianza, de seguridad y amor”, cuenta Penélope.

“Estudié en un colegio artístico, experimental, bien alejado de lo tradicional, eso me permitió explorar desde temprano mi lado creativo. Además mi papá es fotógrafo y mi mamá es artista”.

“A los diez años tomé mis primeras clases de pintura al óleo. Los profesores me encargaban cuadros, estaba becada, incluso me ofrecieron entrar a la Universidad de Chile. Pero nunca me sentí cómoda con los sistemas educacionales convencionales”.

Por eso, relata, decidió tomar otro camino: vender sus pinturas y aprender a tatuar. Cuando terminó el colegio, Penélope entró a estudiar naturopatía, una rama de la medicina alternativa, pero lo dejó.

“Necesitaba hacer plata y tener un futuro. Actualmente llevo 6 años haciendo tatuajes y afortunadamente me fue bien desde un inicio. Me ha permitido hacer redes y viajar harto. Hoy en día pago muchas cosas, por ejemplo mis videos, haciendo intercambio por tatuajes. Me gusta ese sistema, siento que es beneficioso para todos”, dice.

El 2019 y después de un viaje a visitar a su hermano diseñador gráfico a Berlín, Penélope decidió que ese era su lugar. La libertad, soledad, y encontrarse en un territorio donde nadie la conocía impactó no solamente en su apariencia sino también en su desarrollo como artista.

“Al principio fue complicado, porque llegué sola. Si bien mi hermano estaba allá, tenía que ocuparse de su familia, entonces no estábamos en la misma sintonía. Con el tiempo conocí amigos que me ayudaron a encontrar casa y a adaptarme. Allá aprendí inglés y después alemán. Pero es difícil porque es verdad lo que dicen de que la gente es más fría, cuesta conectar”, dice la cantante.

“En Alemania fue donde tuve mi primer show. Allá no hay reggaetón, todo es techno, pero hay muchos lugares y espacios para hacer cosas. Me invitaron a cantar un día a una fiesta y fui aunque me costaba mucho cantar frente a público, me liberó mucho hacerlo en un lugar donde nadie me conociera. Eso me ayudó a soltar mi identidad y vestirme como quería. Se me hizo más fácil ser yo misma”.

En La Junta Plus contó que en Berlín existe una comunidad latina grande de gente con intereses parecidos. “Entre nosotros organizamos cosas, casi no va gente europea a esas fiestas, pero hay harta gente que le interesa. Soy la única reggaetonera en Berlín”.

Entre el 2021 y el 2022, 666ATA publicó una serie de sencillos, hasta que se conoció con la cantante Bbveneno. “Nuestras voces conectaron de inmediato y quisimos hacer un EP de reggaeton conceptual, con ideas de sonidos de iglesia y cosas satánicas, la referencia era Perreo de la Muerte de Yung Beef, pero en clave femenina”.

Tanto la estética como la narrativa de 666ATA tienen inspiración y referencias heréticas, con influencias del movimiento neo perreo, sin embargo ella busca desmarcarse de esa categoría:

“No me gusta que me encasillen en lo gótico y oscuro. Si bien es una parte de mi personalidad, estoy buscando desarrollar un concepto más amplio, porque también hago trap y otros estilos”

“Con mi familia, específicamente mis padres nunca he tenido problemas por lo que hago o cómo me veo. Pero en otros círculos familiares sobre todo sí me he sentido juzgada por mi estética explícita, sobre todo por los tatuajes y los piercing”, dice.

El 2023 y el 2024 la cantante vino a Chile a tocar, hacer prensa y contactos en la escena.

Este año, 666ATA está de vuelta y de forma indefinida.

“Estoy pensando en un tour y en un disco, pero lo más próximo es el lanzamiento de un reggaetón bien especial, producido por Nass G. Tiene un video grabado entre Argentina y Chile, con un concepto súper sólido. Se llama Quieto, y habla de la locura y el desborde emocional que uno puede sentir en una relación de amor”, dice.

“En el video aparezco con una camisa de fuerza, dentro de una sala de observación. Representa ese estado de sumisión dentro de una relación tóxica, pero también la posibilidad de liberarse. Todo eso mezclado con la sensualidad y la carga sexual que siempre están presentes en mi música”, adelanta.