Se acerca el esperado cambio de horario en Chile, que traerá consigo los días más cortos. Mientras se acerca el fin de semana en que los relojes se adelantarán, el astrónomo José Maza explica las implicancias de este ajuste y el debate sobre mantener un mismo horario durante todo el año.
Este 2025, Chile se prepara para el cambio de horario, que ocurrirá durante la madrugada del sábado 5 de abril, cuando se adelante una hora el reloj, retornando al horario de invierno.
Aunque el ajuste es un tema recurrente en el país, la discusión sobre si es realmente necesario y qué efectos tendría un cambio permanente de horario sigue siendo un tema dividido.
José Maza, astrónomo de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Ciencias Exactas, explica que el ajuste al horario de verano permite aprovechar mejor la luz del sol durante la tarde, algo que, según él, es crucial para la vida cotidiana.
“Si tuviéramos el horario de invierno todo el año, el Sol en diciembre saldría a las 5:30 de la mañana, lo que implicaría que la mayoría de la gente estaría durmiendo, con las cortinas cerradas”, explica Maza.
Al adelantar el reloj, el Sol se pone más tarde, lo que otorga más horas de luz por la tarde, algo que se considera beneficioso para la vida diaria y el bienestar de las personas.
Esto también contribuye a la salud, al evitar las largas horas de oscuridad a finales de la tarde, algo que es más visible en las estaciones de invierno.
¿Es viable mantener el horario de invierno?
Aunque el debate sobre los beneficios del horario de invierno sigue siendo relevante, los expertos coinciden en que este modelo podría ser más saludable, especialmente en términos de exposición a la luz solar por la mañana.
Sin embargo, Maza señala que un horario de invierno permanente en Chile tendría implicancias prácticas, ya que las jornadas laborales y escolares tendrían que empezar más temprano.
“En Arizona (Estados Unidos) y la gente llega a trabajar a la oficina a las 7 de la mañana, entonces ahí ellos usan un horario que es como el más natural del sitio. En Arizona no cambian la hora, pero la gente llega al trabajo a las 6:30. A las 7 de la mañana ya todas las oficinas están llenas, entonces es una cosa por otra”, añade Maza.
Sin embargo, el experto también advierte sobre las dificultades que traerían los horarios de verano permanentes, especialmente para los más pequeños.
“Si usáramos el horario de verano todo el tiempo, como una vez lo hicimos (en 2010), el Sol sale casi a las 8:30-8:45, entonces a la 8 de la mañana recién está empezando a aclarar”, afirma.
Problemas de seguridad
El riesgo de que los niños pequeños vayan a la escuela en la oscuridad es un factor crucial en este debate.
Según Maza, mantener el horario de invierno, que hace que el Sol salga a una hora más temprana, es preferible para la seguridad de los niños que caminan a la escuela.
Aunque el debate sobre el cambio de horario en Chile sigue siendo amplio, lo cierto es que la cuestión de mantener el horario de verano durante todo el año presenta desafíos significativos.
La recomendación de los expertos, como José Maza, apunta a la necesidad de seguir con el ajuste de horario dos veces al año, buscando un equilibrio entre la luz solar, la salud y la seguridad de la población, especialmente de los más pequeños.
Así, el próximo fin de semana, cuando se adelante una hora el reloj, seguirá siendo un recordatorio de las implicancias de este cambio estacional, que parece ser, por ahora, el más adecuado para Chile.
