Están prohibidos e igual los siguen usando: El peligro de los envases de plumavit utilizados en la comida rápida
Una indagación científica revela que el poliestireno expandido, usado en envases de alimentos, puede liberar toxinas y contiene un compuesto potencialmente cancerígeno. Aunque su uso está prohibido en Chile desde 2021, aún se detecta su uso en locales.
Un estudio de la organización Oceana en Estados Unidos ha advertido sobre los peligros del poliestireno expandido (plumavit) que entran en contacto con alimentos y bebidas.
El informe señala que el estireno —principal componente del plumavit— no solo es tóxico para el sistema nervioso, sino que también es un probable cancerígeno.
“La evidencia es clara y el poliestireno expandido amenaza nuestra salud y la de los océanos”, dijo Christy Leavitt, coautora del informe que pide reemplazar este tipo de envases por materiales reutilizables.
Los peligros de los envases de plumavit
Se estima que se producen más de 8 millones de toneladas al año de plumavit en el mundo, lo que representa un problema de contaminación ya que el producto contiene químicos tóxicos que atraen contaminantes del agua.
En tanto, los vasos y platos de este material están entre los 10 desechos más comunes en Estados Unidos y solo se recicla un 1% o menos en ese país.
También se estima que pueden liberar toxinas al estar en contacto con alimentos calientes o grasos.
Y finalmente, se han hallado microplásticos de poliestireno en órganos humanos como pulmones, riñones y cerebro.
Por todo eso también la Academia Americana de Pediatría recomienda evitarlo en alimentos infantiles.
Está prohibido su uso en Chile, pero se siguen usando
Consideren que el plumavit fue prohibido en Chile durante el año 2021 con la Ley de Plásticos de un Solo Uso. Restaurantes y locales no deben usarlo, ni para consumo en el local ni para delivery.
Sin embargo, Cristóbal Correa de Oceana Chile advierte que aún hay lugares que lo usan.
“El plumavit es uno de los plásticos más contaminantes y por eso fue uno de los primeros en prohibirse. Se trata de un material muy ligero que, al romperse, se fragmenta en pequeños pedazos, transportándose fácilmente por el viento y el agua“, dijo.
“Lamentablemente, aún podemos ver que en ciertos locales se sigue usando este material, lo cual debe ponernos en alerta como consumidores, sobre todo con la evidencia que indica lo nocivo que es”, recalcó haciendo un llamado a fortalecer la fiscalización municipal y la conciencia ciudadana.
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