El director aseguró que para poder seguir viendo obras como Dune o incluso secuelas de sus propias cintas, la Inteligencia Artificial cobrará un rol importante para acelerar la creación de efectos digitales.
Quien alguna vez nos alertara sobre los peligros de la Inteligencia Artificial y una posible rebelión de las máquinas, hoy está del lado de los computadores. Hablamos de James Cameron, el creador de franquicias como Terminator y Avatar, que siempre ha estado del lado de las grandes innovaciones tecnológicas para contar sus historias.
Y si bien hace ya 4 décadas creó todo un mundo en donde la IA era el villano, al parecer las circunstancias han cambiado y lo que en su momento se veía como una amenaza ahora es un aliado, al menos en lo creativo.
Al menos así lo explicó durante su visita al podcast Boz to the Future, donde reveló su nueva postura frente a esta tecnología, en gran medida porque, a su juicio, ayudarse con IA será la única forma de crear grandes películas épicas ayudadas por CGI, a un costo menor y con una ejecución mucho más rápida.
“Si queremos seguir viendo las películas que siempre he amado, que me gusta hacer y que iría a ver al cine como Duna, Duna Parte Dos, o una película con grandes efectos generados por computadora, tenemos que encontrar una manera de reducir su costo a la mitad”, señaló el visionario director, ganador de tres premios Oscar.
Por supuesto, su visión no implica necesariamente la de reemplazar trabajos de artistas, sino que más bien acelerarlos. A su juicio, la IA debería ayudar a doblar la velocidad con la que se termina una toma, para que los artistas puedan hacer cada vez más cosas geniales, viendo la IA en las películas como computadoras reemplazando máquinas de escribir.
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