En el marco del Mobile World Congress de Barcelona, la compañía coreana demostró cómo es que se imagina a una consola de videojuegos portátil con una pantalla que puede doblarse.
Samsung es una compañía que no solo hace celulares, televisores o productos para el hogar, sino que uno de sus grandes negocios es la creación de pantallas que luego, otras compañías utilizan en sus productos. De hecho, si tienes un iPhone, es muy probable que su pantalla sea de Samsung.
Y es por eso que, dentro de la feria de innovación tecnológica de Barcelona, el Mobile World Congress, Samsung Display, la división de la compañía coreana que se dedica precisamente a hacer estos paneles, suele presentar prototipos con ideas para que quizás otras compañías se inspiren y hagan dispositivos que, por supuesto, operarán con una pantalla Samsung.
La compañía hace años que está interesada en mostrar cómo sus paneles flexibles pueden usarse con infinidad de casos, pero hasta ahora no habíamos visto uno de ellos aplicado directamente al mundo de los videojuegos, donde las consolas portátiles están particularmente de moda gracias a la próxima llegada de la Switch 2, la arremetida de los equipos tipo Steam Deck o ROG Ally y hasta las consolas con emuladores de AliExpress.
Así es como Samsung Display presentó la Flex Gaming, un concepto de consola portátil que puede doblarse para utilizar menos espacio, recordándonos un poco al GBA SP, pero mucho más moderno. El diseño del equipo incluye, por supuesto, un panel OLED flexible para poder disfrutar de los juegos con gran fidelidad, pero también con dos agujeros en el chasis, quizás lo más experimental de todo, que permiten que el equipo se pliegue y los sticks no topen con la pantalla, que es probablemente la principal dificultad para hacer una consola de juegos plegable.
Habrá que ver si este concepto pega con algún fabricante que se atreva a hacer algo que claramente puede ser necesario en un mercado donde diferenciarse es cada vez más importante.
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