En noviembre pasado, una mujer llamada Jessica Barraza presentó una demanda contra Tesla, la compañía estrella de Elon Musk, alegando que fue víctima de abuso físico y sexual en una planta de la compañía ubicada en la ciudad de Fremont, California.

Según su declaración, el entorno laboral era más parecido a “una casa de fraternidad o un sitio de construcción arcaico y tosco” que a una planta de producción de tecnología de primer nivel.

Pero ahora seis mujeres más, que trabajaron o que actualmente trabajan para la compañía, presentaron demandas acusando también que Tesla ha fomentado una cultura de acoso sexual. Lo anterior ocurrió en la misma planta en la que trabajó Barraza.

Las demandas fueron presentada por separado ante la Corte Suprema del condado de Alameda, en donde está ubicada Fremont, acusando que fueron continuamente víctimas de frases y silbidos de insinuación sexual, acercamientos no deseados, contacto físico y discriminación en el trabajo.

En conversación con The Washington Post, una de las demandantes, llamada Jessica Brooks, aseguró que fue acosada desde su primer día y que llegó a apilar cajas alrededor de su estación de trabajo para evitar los acosos. Además remarcó que aunque se quejó ante el departamento de recursos humanos de Tesla, estos solo la movieron a otro lugar de la fábrica en vez de abordar directamente el problema con los trabajadores involucrados.

En el pasado, Tesla fue ordena a pagarle $137 millones de dólares a una mujer afroamericana que denunció sufrir abusos racistas en la plata de Fremont.

Por otro lado, cinco extrabajadores de SpaceX, otra de las compañías de Elon Musk, acusaron que la compañía no hacía nada para detener el acoso sexual. Lo anterior sucedió el mismo día en que se presentaron las nuevas demandas en contra de Tesla.

Y todo esto se da en el marco en el que Elon Musk recientemente fue elegido como la persona del año por la revista Time.