En el marco de la publicación de su disco “Black yayo vol. 2″, el miembro de Shishigang atendió a La Cuarta. En esta entrevista, repasó sus inicios como diseñador, enfatizó su fascinación por los artistas de antaño y explicó el concepto de su último proyecto.
En 1983 se estrenó Scarface, un largometraje de culto que sigue la historia de Tony Montana, un inmigrante cubano que pasa de ser un capo de la mafia, un outsider que llegó al Olimpo, logrando que el mundo fuera suyo. Una historia vanagloriada hasta el día de hoy por muchos exponentes urbanos, que ven reflejado en este personaje interpretado por Al Pacino su propio camino al éxito.
“Será porque todos tenemos nuestra propia parte oscura y con estos personajes uno puede dejarla fluir. Los mejores papeles son los de personajes oscuros, marginales”, explicó el actor sobre la fascinación que tenía por este papel en una entrevista pública en Argentina en 2017.
Historias gangsteriles, traición, pasión, excesos y ambición son algunos de los tópicos que toca este filme, temas que, cuarenta años después, siguen resonando en muchas canciones del género urbano.
Este mismo largometraje inspira el nombre del nuevo proyecto del cantante chileno Bryartz con Black yayo vol. 2.
“Hay una parte en la que Tony Montana le habla a su amigo cuando se le cae la bolsa de coca. Le dice: ‘Chichi, get the yayo’, recoge el hielo”. De esa frase, sumada a su fanatismo por el color negro, nace el concepto de este LP.
Pero esto comenzó hace mucho, cuando un jovencísimo Brian Flores volvió a vivir en Chile tras haber arribado a las Islas Canarias a los tres años. Para sorpresa de muchos, en ese instante la música no era su foco, sino el diseño. Trabajó con grandes de los inicios del trap boricua como Ñengo Flow, Almighty y Anuel AA, entre otros. Su mano está incluso en la carátula del himno del maleanteo “Soldado y profeta”.

—¿Cómo fue ese cambio para ti, de llegar de Canarias a Santiago?
—Fue loco. Tuve como mi depresión al principio y todo eso, lo normal. Igual me vine cuando ya tenía toda una vida en España.
—¿Ya estabas diseñando?
—Sí, estaba diseñando y eso me ayudaba a olvidar la depresión y la pena por dejar la isla. Empecé a trabajar con Ñengo, con todos los brígidos.
—¿Y mantienes comunicación con ellos?
—Sí, me conocen, Anuel, Ñengo. Todavía sigo en contacto con gente de ellos. De hecho, ahora me están apoyando musicalmente. La gente ni siquiera entiende, porque después me van a ver así con ellos y van a decir: “¿Por qué el Bryartz está con ellos?”, y no saben que venía de antes con los diseños.
—¿Cómo salió esa carátula de “Soldado y profeta”? ¿qué te dijeron?
—Ellos no me dijeron nada, solo que mis ideas siempre fueron las mejores. Yo escuchaba la canción y ahí creaba los conceptos. Siempre trabajé a mi manera, nunca con presión.
—¿Por qué cambiaste el diseño por la música?
—Ya estaba lleno de diseñadores y después no daba plata. En un punto, era uno de los mejores, pero no cobraba lo mismo. Además, me empecé a dedicar a otras cosas, le quité el tiempo y desaparecí. Ahí fue cuando empecé a agarrarle amor a la música.
“No me encasillo siempre en los mismos ritmos”
—¿Cómo estás ahora con el lanzamiento de Black yayo vol. 2?
—Estoy contento con este proyecto, es al que más cariño le he puesto.
—¿Y por qué más cariño?
—Es que estoy como comenzando. Saqué “Gitana” con el Pablo (Chill-E) y me empezaron a conocer. Es el comienzo de una nueva era.
—Siempre fuiste un exponente más de nicho. La gente que sabía de urbano conocía al Bryartz, pero con “Gitana” se rompió todo...
—El boom, por eso este es uno de los de los álbumes que más cariño le metí para que la gente me escuchara bien, con el sonido fresco.
—Tú hablas de un sonido fresco, pero siempre buscabas otros géneros. Había afro, hip house, funk, muy distinto a lo común que se hace en Chile...
—Yo creo que es por la música que escucho, mucha música antigua: salsa, flamenco, boleros, cumbias. No escucho lo que está sonando ahora.
—Porque mi teoría era que, como te criaste en Canarias, recibiste influencias de varias partes...
—Sí, influye caleta que haya vivido allá porque no me encasillo siempre en los mismos ritmos. Me gusta experimentar en otras cosas. Ahora quiero hacer un bolero en mi próximo álbum. Quiero tener un bolero original, así con instrumentos, inspirado en Héctor Lavoe. Mi mente está todo el día buscando cosas diferentes.
“Un hombre ya no se expresa así, con tanto sentimiento”

—Se ha venido una corriente importante en la música urbana en general. Los artistas están volviendo a las raíces. Pasó con Rauw Alejandro (Cosa Nuestra), Bad Bunny (Debí tirar más fotos), C. Tangana (El Madrileño). Incluso el Pablito Chill-E me dijo que está escuchando harto bolero...
—Sí, pero yo creo que es en el mundo entero. Yo hace rato que quería volver a lo de antes.
—¿Por qué es necesario volver a lo de antes?
—Encuentro que la música de antes era mejor, la letra, la calidad. Por ejemplo, los temas de salsa: tú escuchas a Frankie Ruiz, Grupo Niche... esas letras que hoy en día no escuchái. Un hombre ya no se expresa así, con tanto sentimiento. Yo por eso me destaco, canto lo que de verdad estoy pasando. Los salseros decían que estaban para la cagá, hasta que se drogaban, de todo. Eso se ha perdido. Un artista no puede hablar tan personalmente.
—Hablando de esta subida de nivel en tu último trabajo, se nota este cambio en el sonido al ponerse los audífonos…
—Hablaba con Ñengo y quedó loco. Estamos conversando de unos proyectos en los que me quiere meter, y yo quiero meterlo a él en unas cosas.
—¿Cuál es el concepto?
—Mi yo oscuro. Soy gótico y medio otaku, me gusta crear un personaje así.
—¿Qué significa tu yo oscuro?
—Le canto al amor y todo eso, aunque las pistas son de un desamor tirado a malote, pero siguen siendo carros.
—¿Cuáles son tus tres favoritas de Black Yayo Vol. 2?
—”Ciego, sordo, mudo”. Me encanta la Akriila y que le haya ido bien en este junte. Aparte, el video me gusta porque lo hicimos en Barcelona. Consumo mucho a la Akrii, me gusta artísticamente como es, la respeto harto.
“El segundo al que le tengo cariño es “Hace tiempo”, porque es uno de mis primeros temas sin featuring que va para los 6 millones”.
“Y el tercero es “Como amigos”, que es un tema súper personal. Es algo que a todos les pasa en el mundo, hermano, y siento que nadie lo había cantado. El coro dice: ‘Empezamos como amigos, pero no funcionó’”.
—¿Qué se viene en el futuro de Bryartz?
—Voy a confirmar una gira y se viene harta musiquita. También tengo planeado sacar el próximo álbum este año, no me voy a demorar tanto. Ya tengo preparado el concepto, ahora falta hacer los temitas y todo eso. Haré un campamento con productores para hacer el disco.