Hace dos años le preguntaron en una entrevista para el diario argentino Pagina 12 a Ignacio Molina, autor de Historia del Trap en Chile sobre los artistas del género a los cuáles considera hay que prestar atención. Allí contestó que más allá de los nombres más típicos como Polimá o Young Cister, encontraba interesantes los nombres de Marlon Breeze, Julianno Sosa y Kid Lucilfer.

El primero, se sabe, es quizá el Don Corleone del movimiento en Chile. El segundo es un consagrado que cimentó su carrera en Estados Unidos y retornó a Chile a cosechar lo sembrado.

El tercero es probablemente el protagonista más peculiar en el multiverso del género urbano en Chile. Pionero de un subgénero denominado hard trap, poco se sabe en detalle de la bio de este enigmático artista, partiendo por su apellido, solo se sabe que se llama Hans, como reveló en una entrevista en “Arria de la nave” de Trap2Day del año 2022.

“Mi familia es chilena, pero mis papás vivían en Suecia y se vinieron justo antes de que yo naciera. Tengo primos, tías, que viven allá, pero yo nunca he ido. Mis abuelos fueron exiliados”.

Allá también cuenta que la paternidad le sirvió para darse cuenta que estaba “en decadencia” y que tenía que cambiar sus hábitos para poder hacerse cargo de su hija.

En una particular entrevista pandémica por zoom, también para Trap2Day pero anterior, del 2020 explica: “El hard trap no me representa totalmente, tengo canciones así, de ese estilo, pero considero que no soy clasificable en un género, me gusta transmitir una energía diferente, va siempre depender de la volada que esté”

“Me considero un artista experimental, tengo varios estilos de música, reggaetón, feliz, triste, agresiva, chill, rara, hasta música ridícula, me gusta estar siempre buscando nuevos sonidos, formas de cantar, temas como los que nunca he escuchado, o de otros géneros más desconocidos quizá”.

En una reciente entrevista con La Junta Plus, se vio a un Kid Lucilfer de 28 años, sereno como nunca antes declarando sobre su nuevo disco Super Majin World que “este es el gran regreso de Kid Lucilfer, con música irreverente y de la mano con el regreso de mi freestyle, con la voz más natural”.

“(El pasado) fueron tiempos medio difusos. Pero este año estoy trabajando a full, tengo la oscuridad agarrada del moño, no se trata de ser simpático porque si, hoy siento que me conozco mejor y reconozco lo que puedo hacer, en el sentido de cómo puedo ser de oscuro, pero tengo ese aspecto de mi persona, sometido, bajo control”, explica.

Rapero, otaku y nerd

“No se como empecé, tuve muchos proyectos y siempre terminé perdido en otras cosas. Actualmente puedo vivir de esto sin tener que hacer otras cosas en la calle”, contaba en la citada entrevista de Trap2Day.

En La Junta explica sobre sus inicios en la música lo siguiente: “Yo soy rapero, esa es mi escuela. Lo hago medio desfigurado, pero esa es mi esencia. Cuando era chico iba a las tocatas y veía a los raperos como superhéroes. Estuvo duro ese tiempo, lo pasé bien, aprendí caleta”.

Allí dirá que sus primeros experimentos con la música datan de cuando tenía 13 años.

Entonces su primer nombre artístico era Johan Demonio. “Siempre he sido fanático del animé, desde chico que soy entero otaku”, complementa en Trap2Day.

Sobre sus influencias, en una entrevista en Disorder, del año 2021, dice: “No sé si haya un artista que admire particularmente. Admiro a muchos artistas por su trabajo y ninguno es comparable, entendiendo que el arte es interpretativo y que todos pueden ser buenos dependiendo del momento y contexto. Soy más fan del arte que de algún artista en específico, aunque hay muchos de los cuales he aprendido y he tomado influencias”.

Allí también comparte su propósito como artista: “Superarme a mí mismo hasta lograr la mejor versión de mi. Creo que es una de las cosas que le da sentido a mi vida, el hecho de escuchar canciones mías y que cada vez me gusten más”.

“Siempre los estilos están dando vueltas, en el sentido de que se van y después vuelven con elementos nuevos. Me considero entero nerd en ese sentido, estoy buscando siempre música nueva y experimentando, porque me gusta, eso es lo que me nace y también porque quiero ser el mejor”, dice en LJP.

Las canciones de Johan las puedes encontrar bajo distintos nombres: Johan Demonio, Kid Lucilfer, Majin Lucilfer o Kid Vicious. O como parte del histórico y problemático colectivo Ryodan, donde compartió créditos con artistas como Young Darhi, Slow G y el productor Nobru.

“Esa es una historia que siempre va existir”, dirá un maduro Lucilfer al respecto en su más reciente entrevista con La Junta Plus.

“Todos mis nombres son diferentes momentos en mi cabeza, cuando me doy cuenta que estoy pensando como uno de ellos, firmo con ese nombre, pero por ejemplo al Kid Vicious no me gustaría verlo nunca más”, dice en Trap2Day.

“Soy todos esos personajes, esa es la verdad, pero el que más me gusta es Kid Lucilfer. Tengo más alteregos eso sí, soy una persona con muchas hueás en la cabeza, así lo definiría”, elaboraba entonces.

Ese “muchas weás en la cabeza”, además de varias polémicas, “todos hemos hecho estupideces, y cuando era más chico igual pensaba en hacer ruido de cualquier manera”, reconoce en La Junta Plus, se ha manifestado también en una maciza discografía consistente en 7 álbumes, más una enorme cantidad de sencillos y algunos EP.

“Hoy día estoy disfrutando la música, haciéndolo por gusto y desahogo, enfocado en hacer temas buenos”, dice en La Junta. “Sería duro irse mundial, pero no es mi fin, si se da, de pana, pero no busco pegarme”, asegura.

Esa energía la ha convertido en dos álbumes lanzados este 2024: Super Majin World y Majin Vs Lucilfer.