Mano a mano con Wos, el pibe de oro del rap: “Mi forma de vivir y estar bien es haciendo arte”

Wos. FOTO: Juan Yarcho (@yarcho)
Wos. FOTO: Juan Yarcho (@yarcho)

Con solo 24 años, se convirtió en el más joven en ganar Premios Gardel, galardón que ha recibido ídolos como Sandro y Gustavo Cerati. Pero su carrera arrancó por otro lado, en las batallas de gallos, incluso ganó la Internacional de Red Bull en 2018. Hasta que decidió ponerse a hacer canciones. Sobre cómo nacen sus temas, “lo que siempre es real es el sentimiento y la sensación que uno expresa”, cuenta a La Cuarta previo a su debut en Chile.

Valentín Oliva (24), más conocido como Wos, se encuentra en estado de gracia.

Desde abril del 2022 su sencillo “Arrancarmelo” se encuentra encumbrado en YouTube y Spotify, sumando unos 75 millones de reproducciones. “Quererme”, que apareció en junio, va por el mismo camino. El martes 23 de agosto, en su natal Argentina, se coronó en la categoría “Álbum del año” en los Premios Gardel, por Oscuro Éxtasis, lanzado en noviembre. Este galardón, lo han recibido figuras de la talla de Sandro (1999), Mercedes Sosa (2000), Charly García (2002 y 2018), Gustavo Cerati (2007 y 2010) y Luis Alberto Spinetta (2009 y2016).

En ese brillante momento llega el rapero y freestyler a su primer concierto en Santiago de Chile, donde se presentará en el Teatro Caupolicán el viernes de 2 septiembre, a las 21 horas, y las entradas se compran por PuntoTicket.

El rapero se corona en los Premios Gardel.
El rapero se corona en los Premios Gardel.

—¿Qué importancia les ves a este debut?

—Siempre es lindo hacer por primera vez un show. Cada vez quedan menos “primeras veces” en los lugares y en distintas cosas, sobre todo porque hay tanto público chileno, con el freestyle y la música en mis inicios. Creo que está buenísimo.

—¿Qué amigos tienes en Chile?

—Ahora hace mucho que no estoy en contacto con colegas de allá, porque obviamente me alejé un poco del mundo de las batallas, pero con Teorema (rapero) siempre he tenido contacto.

Antes de meterse a componer canciones, en 2017, cuando apenas bordeaba los veinte años, llegó a la Final Internacional de Red Bull Batalla de los Gallos, efectuada en México, ante el local Aczino. La disputa acabó en una derrota para el trasandino. Sin embargo, una temporada después, tendría su revancha en casa y ante el mismo real.

Wos cuando venció a Aczino en 2018.
Wos cuando venció a Aczino en 2018.

Alcanzó la cima y luego su carrera tomó otro rumbo, a pesar de que nunca ha descartado volver a sus raíces. Como sea, en sus tiempos en el freestyle, hacia la adolescencia, ya había andado por suelo chileno.

—¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando te dicen “Chile”?

—Se me vienen muchos recuerdos de chico, porque cuando empecé a hacer hip hop en español escuchaba hiphop chileno: Mamborap, Movimiento Original y Mantoi. Me lleva mucho a eso Chile, el país que, muchos dicen, es el más hiphopero del mundo.

—¿Siguen a figuras chilenas del género urbano, Polimá West Coast, Marcianeke, Paloma Mami, Pablo Chill-E, AK-420?

—No consumo tanto el género urbano. Sí conozco igual a todos a los que nombras. Quizá de Chile he consumido más rap, las bandas que te contaba, o Chystemc y Cami. Por ahí esos son los artistas, y también cosas como Los Jaivas, bandas ya clásicas de allá.

Un lugar inspirador

A la hora de componer, “muchas veces” sus canciones suelen partir de algún sonido que arma junto a su equipo, liderado por el destacado productor Facundo Yalve, para luego improvisar los primeros versos. “Eso muchas veces da el espíritu del tema”, cuenta.

Después de escuchar esas primeras frases lanzadas al aire, define qué sonidos o letras se pueden “rescatar”, detalla. “Eso después lo voy arreglando, transformando, y trabajando; ahí sí es tiempo de sentarse, escribir, pensar y darle una vuelta gramatical”. El proceso se vuelve más lento, pero, al mismo tiempo, le da chance “de manejar exactamente lo que quiere decir” y, con ello, “da la oportunidad de profundizar, variar o simplemente de dar más laburo a las letras”.

Entender todo es un poco soberbio/ Querer explicar todo es un poco por nervios/ Por eso hablo hasta por los codos si me pongo ebrio/ Y ya no sé si jodo o me lo tomo en serio”, entona en “Arrancarmelo”. O en “Melón vino” canta: “Siempre vuelvo con mi sombra/ Te invito a que la conozcas/ Me revuelco con mi sombra/ Te pido que no la rompas”.

—¿Cuánto de vivencias tuyas hay en tus letras? ¿O es solo un hablante lírico, por así decirlo?

—Es una mezcla. A veces nace de algo que está sucediendo, y muchas veces lo mezclo con algo que, quizá, me sucedió en otro momento; quizá dos años atrás lo viviste y te vienen esas sensaciones cuando empiezas a escribir. También hay algo de cierta fantasía; es arte, que no solo sea realmente lo que pasa. Lo que siempre es real es el sentimiento y la sensación que uno expresa. Incluso he llegado a contar cosas que vi que le pasan a otro como si fuera yo. Al final se va mezclando y lo que importa no es la realidad, sino que el sentimiento sea real.

—¿Tienes una suerte de “rutina” a la hora de componer?

—Tenemos sesiones de estudio con productor y, a veces, organizamos pequeños viajes de composición. Ahí soy un poco hijo del rigor. Muchas veces necesito estas estructuras, decir: “bueno, esta semana me la voy a tomar para componer, irme y alejarme un poco de la rutina”. Estando solo en mi casa me cuesta mucho.

También en cualquier momento, en la calle o dónde sea, “aparecen” frases que muchas veces las anota en el celular, las graba y “en estos momentos de estudio las desarrollamos”.

—¿A qué lugares viajas en esas salidas?

Un lugar que me ha funcionado mucho es el sur de Argentina, Villa La Angostura (a la altura de Osorno en Chile). El Sur es una locura, la montaña, el aire que hay ahí; me parece de los lugares más inspiradores de los que he ido. Pero la verdad es que Argentina tiene lugares muy grosos y hay gran variedad, encuentras de todo.

Wos grabando en el sur de Argentina.
Wos grabando en el sur de Argentina.

Dudas, cabeza y sueños

“Yo dudo de todo”, dijo unos años atrás, cuando lo suyo era totalmente el freestyle. “No sé por qué me pasa, pero es tremendo”. Esas palabras las lanzó cuando conversaba para la versión argentina de la revista Rolling Stone.. Todo porque no sabía qué elegir del menú en el restorán.

—¿Cómo lo hacías con esa “duda constante” en las batallas de gallos, donde no hay margen para dudar?

—Justamente es esa espontaneidad la que uno practica, esa velocidad es un entrenamiento. Es una técnica que uno desarrolla con el tiempo. Eso que parece imposible después uno lo incorpora, y ya lo tiene internalizado, y la dificultad empieza a ser qué complejidad le das a eso, más allá de que salga rápido o no, que cada vez tenga un contenido más interesante, el flow y mil cosas que se van sumando.

Wos en concierto
Wos en concierto

—Canciones, discos, premios y millones de seguidores en redes sociales… ¿Te imaginabas algo de este presente cuando chico?

—No, para nada. No lo imaginé porque tampoco relacionaba mis principios en el freestyle con un desembarco en la música, que iba a tener mis propias canciones, tocarlas y que la gente me venga a ver a mí. Las primeras cosas que sí me imaginé fue competir en la Red Bull o viajar con el freestyle, pero no más allá de eso... tampoco había habían muchos ejemplos de gente que saliera del freestyle y se pusiera a hacer música. Con el tiempo, cuando empecé a componer y darme cuenta que podía hacer temas, empezaron a aparecer ciertas ideas nuevas como “ah, esto puede ir por otro lado completamente distinto”. Pero creo que la magnitud que tomó, así tan grande, nunca la había imaginado.

—¿Hay algún hito que marcó el que empezaras con las canciones?

—Creo que es una forma de vivir, haciendo música. Siempre necesité eso, desde improvisar hasta escribir. Mi forma de vivir y estar bien, incluso anímicamente, es haciendo arte. Es una necesidad, y ahí van surgiendo los temas. Van cambiando de acuerdo a cómo estés, cuál sea el contexto o la situación. Hay material que ha salido buscando inspiración en la calma y viajar, y hay cosas que salen en la vorágine, en el quilombo, y justamente encuentras la inspiración ahí. Eso es lo lindo, que salgan cosas distintas.

El rapero en pleno show.
El rapero en pleno show.

En general, Wos no es muy amigo de pensar mucho en el futuro, sino que de hacer y, luego, ir viendo.

—¿Pero tienes algún sueño pendiente en la música?

—En realidad, creo que es un poco seguir desarrollando lo que existe. Hay muchas posibilidades de cosas para hacer, desde las maneras de componer discos: imaginarme yendo de viaje por el mundo para buscar sonidos en lugares desconocidos, o conocer a músicos que quizá no tienen nada que ver con lo que hago. Esa posibilidad, de viajar por el mundo para conectar, es interesante.

De ahí, con los pies bien puestos en la tierra, remata:

—... Después, obviamente seguir tocando y haciendo un espectáculo cada vez más gigante en todo sentido. Siento que hay un lindo camino por hacer, con muchas posibilidades todavía.

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