Nico Cancino se alista para la final mundial de Dance Your Style: “Me ponía más nervioso esta entrevista”

Nico Cancino. FOTO: Instagram de Nico Cancino (@nicocancino1)
Nico Cancino. FOTO: Instagram de Nico Cancino (@nicocancino1)

Durante mayo, se coronó en el certamen nacional que le dio los pasajes a la máxima cita de Sudáfrica junto a un compatriota y clásico rival. Previo al torneo, el competidor asegura a La Cuarta: “Ahora me siento súper maduro, quizá antes no estaba preparado”. Cuando se acerca diciembre y el viaje a tierras africanas, simplemente “entreno para que las oportunidades me pillen preparado”.

—Este año no esperaba ganar; el año pasado sí quería, o esperé ganar —admite el bailarín Nico Cancino (36), quien se coronó campeón Red Bull Dance Your Style Chile durante mayo.

Ahora, espera pacientemente su viaje a la Final Mundial con sede en Johannesburgo, Sudáfrica, la cual arrancará el próximo 10 de diciembre. Tras su título y clasificación a la máxima cita durante el primer semestre, comenta a La Cuarta que en la previa “no estaba muy enfocado en las batallas”. De hecho, asegura, “cuando gané fue una sorpresa gigante”. Sin embargo, ahora con más calma, piensa y dice: “Era el momento, tenía que ganar”.

Sobre aquella gloriosa tarde de otoño, el también director de la escuela de baile El Doyoh recuerda que “las batallas son bacanes porque ves a todos los bailarines de todos los estilos, y todos enfocados en mostrar su entrenamiento”, por lo tanto, declara, “fue un acto de aprendizaje”.

—¿Te acuerdas de alguna batalla en especial?

—Hay una batalla, que no me acuerdo contra quién fue, pero me tocó una canción media española, y me fui en la volá, me poseí. Fue hermoso. Después veo el video y digo: “Igual técnicamente no es tan pulento, pero a nivel interpretativo es súper real”. Ese momento me quedó súper marcado. Creo que fue en la semifinal.

—¿No tener la expectativa de ganar influyó en tu desempeño?

—Totalmente, totalmente. Cuando pienso en disfrutarlo, me va mucho mejor, se me relaja el cuerpo, todas las herramientas salen más fácil y verdaderas. Eso depende de cada bailarín.

— ¿Cuál fue el duelo más complicado?

—En todas las batallas nunca pensé ganar, no estaba esperándolo, bailaba disfrutaba y después ganaba. También, la Red Bull es por el público, ese es otro factor: la gente no ve la técnica, sino la vibra que generas. La final contra el Seba Kurt, que es un niño nuevo, y la gente lo quería caleta; así que pensé “ah, perdí”, antes de bailar. Eso estuvo difícil.

Un clásico rival

Durante la edición pasada, en octubre del 2021, cayó en semifinales ante Jose Monstarz (José González), quien también estará este año en la máxima cita de Sudáfrica, luego de que el año pasado un nuevo peak en la crisis sanitaria impidiera su concreción.

—¿Tuvo un sabor a revancha este título?

—Con el Jose siempre hemos batallado, de chicos. Siempre es como ganó yo, gana él, ganó yo, gana él, gano yo, ganó yo, gano yo, gana él —dice y ríe—. Esa batalla la recuerdo más que esta Red Bull. Yo quería ganar, él igual y la energía subió, subió, subió y la gente estaba vuelta loca. Cuando hice mi salida, lo hice bacán. Terminé, salí y él entró. Y apenas entró, dije “él ganó”. Era su momento. Hoy nos juntamos a ensayar y le dije que ese año era su momento. Es bacán eso: ver una persona que está en su momento y tiene que ganar. En esta cultura eso es bacán.

—¿Fuera de la pista son amigos?

—Sí po’, o sea, cada uno tiene sus crew. Él tiene los Monstarz; yo tengo la mía, Jijoetumare. Cada uno tiene a su grupito, pero siempre estamos en eventos y toda la vida nos hemos juntado; así que hay buena onda. Aunque hemos peleado muchas veces, pero siempre hay algo mayor.

Durante el 21 de noviembre, ambos, Jose y Nico, se juntaron para hacer un video “de despedida” en la previa de su despegue hacia tierras africanas.

—Se genera un poco una rivalidad...

—Al comienzo, cuando éramos más chicos, peleábamos harto. O sea, con la crew de ellos, con la Jazz (Torres) y Jose, peleábamos por redes sociales, nos veíamos en eventos y había mucha mala onda. Pero igual siempre conscientes de que esta es una cultura pequeña y tenemos que unirnos todos para que realmente sea efervescente, sino no sirve. Así que somos rivales, pero igual hay que aportar a la cultura hip-hop.

Misión mundial

—Más allá de la clasificación a Sudáfrica, ¿qué valor le das a este triunfo?

—Siento que en este momento, esto es como una instancia... no sé si es un premio... Siento que tenía que ser, que estaba destinado a ser. He ganado varias cosas, he batallado y bailado harto. Siento que igual estaba al debe con el tema de las batallas afuera; nunca he podido ir tanto a afuera, sí he salido harto, pero como a trabajar. Ahora me siento súper maduro, quizá antes no estaba preparado.

—¿Te preparas de alguna manera especial?

—No, yo no. Entreno toda la vida. Entreno para que las oportunidades me pillen preparado; no le pongo ni más ni menos, sino lo que tengo planificado durante el mes o año.

Su entrenamiento suele consistir en un calentamiento de dos horas, luego otro par de horitas dedicado a “algo específico”, para de ahí partir al gimnasio o con su entrenador personas. Ya de noche, se pone a hacer clases. “Aparte, los trabajos que hago, que soy intérprete, también los tomo como entrenamiento”, cuenta. “Así que estoy todo el día”.

—¿Hay algún nervio o ansiedad previo a partir?

—No, de hecho, me ponía más nervioso esta entrevista. Eso me pone nervioso: lo mediático, la exposición. Obviamente mis redes sociales las potencio, pero me da cosa esto de estar expuesto. Pero en el baile estoy tranquilo. Igual hoy hablé con Jose y él la tiene súper clara, es súper estudioso, le gustan mucho las batallas. Así que ahí me generó un dolorcito de guata pequeño. Pero estoy tranquilo.

—¿Por qué ese nervio a la exposición?

—Soy reacio a la exposición, un poquito. Obviamente he tenido que aprenderlo, porque así trabajo, pero sí me genera cosas esto de exponer mi discurso. Ya decir algo es como casarte con algo, y normalmente nosotros cambiamos; o sea, yo cambio de opinión, de cosas; de repente, en esto de las entrevistas como que alguien te pregunta algo y tú respondes lo primero que se te viene a la cabeza, y después lo lees... Pero estoy trabajando.

—¿Te despierta algún interés conocer Sudáfrica?

—Nunca jamás había pensado ir. Yo vengo de población (Lo Hermida, Peñalolén), y al comienzo nada; salir a Avenida Grecia ya era lejos. Ahora estoy con una obra (Oasis de la impunidad) y estamos viajando harto; de hecho este año fuimos a Grecia, a Berlín. Así que ahora caché dónde queda Sudáfrica, caché que era un país. No sé por qué razón este y el otro año me han tocado muchos viajes; así que siento que es por algo.

Ahora, previo al torneo africano, comenta que “conozco a varios rivales, de hecho, me he topado con algunos”. En este formato de mundial, puede tocarle bailar muchos estilos de música, incluso algunos con lo que está familiarizado; además, habrá bailarines de distintas especialidades. El factor suerte será clave. “Confío en mí, en mis capacidades y que venga quién venga”.

Antes de cortar la entrevista, se despide y dice:

—Muchas gracias, no fue tan terrible —Ríe—. Hablé de corrido.

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