Doctor Cariño:

Mi mujer estaba enamorada del Nick Carter de toda la vida. De hecho, cuando la conocí ya sabía que el "caeza de pichí" era su amor platónico, y las primeras veces que lo hicimos debe haber estado pensando en él. No lo dijo, pero yo sé que lo pensó, como diría el "Argentino QL".

La cosa es que ahora que vinieron al Festival ella se puso de acuerdo con su grupito de amigas y partieron a Viña a ver a los giles de los Backstreet. Yo le dije que no había dramas, pero en el fondo no me hizo chiste que le fuera a tirar los churrines a estos gringos, que parercen de plástico.

No soy celoso, pero de vuelta la muy perla llegó de amanecida, incluso con sus buenos copetes en el cuerpo, y no sé en qué se desbandó. ¿Qué hago? No puedo con esta sensación de que me nuqueó.

Jordan

Mi pobre "boy":

Por lo que sospechó, tanto usted como su señora esposa deben andar pisando las cuatro décadas, bueno algo que pisen, ¿no? Así que un tonto pelúo como usted debería saber que todas las mujeres tienen amores calcetineros, desde la época en que a las abuelitas se le rompían los chitecos con el "Pollo" Fuentes.

Y, además, no necesito una foto para sospechar que entre usted y el señor Carter deben haber unos cuantos centímetros de diferencia. Así que no sea gil. Todos tenemos derecho a fantasear y si su señora lo hace con el "carepollo" de los Backstreet está bien. ¿O usted no se ha imaginado alguna vez en dúo con Esperanza Gómez, mientras ella lo acompaña con la zampoña? Suerte, y no se enrolle tanto.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com