Justiciera corta las cabezas pecadoras

Doctor:

Estoy muy confundida, ya que hasta hace un año todo estaba claro en mi vida: con pololo, estudiando y con mucha vida social. Todo lindo hasta que mi amor, el que me hizo mujer, me dejó por mi mejor amiga. Lloré sangre de rabia y pena, pero me repuse y juré venganza. Como tengo mi físico y sé que los hombres me miran arriba y atrás, me lancé a reconquistarlo, mejor dicho, a quitárselo, y lo logré. Ahora soy la otra polola, la no oficial, la que le da lo que la otra no. Lo tengo de la jeta, pero no quiero que termine con ella, me gusta así. Y, en esta situación, me enteré que otra cabra le quitó el pololo a una amiga, y para hacer justicia, fui tras él y lo tengo a mi disposición. Por esas cosas, me he enterado de otras pateadas y he salido a vengarlas.

La Justiciera

Doña patas negras:

Usted y sus ganas de hacer justicia le van a dar mala fama. En el fondo, usted es una predadora del merecumbé y eso de que se puso el antifaz y la capa de súper-canchera de las pampas es una pura chiva para darse todos los gustos y a piacere. No importa si los galanes son pencas o pulentos, basta con que caminen en tres patas para que usted salga a cortarles las cabezas pecadoras.

Mi perrita, mi consejo es que la corte con esa afición, porque cuando la pillen sin antifaz le van a poner un apodo de cuatro letras. Aunque al lobo es muy difícil quitarle las mañas, le aconsejo cortarlas con esa actitud y buscarse un galán de tomo y lomo para que vuelva a ser normal.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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