Doctor Cariño:

Me tienen chato los motociclistas que andan repartiendo comida. No son todos, pero algunos andan y meten la moto por cualquier parte y hacen pebre el retrovisor.

Pero el martes pasado estaba en la Alameda y pasó un gallo embalado y me reventó el vidrio. Corrí y al final lo pillé y cuando se sacó el casco me encontré con la mujer más linda que he visto. Una haitiana de ojos verdes. Y morena. Imagínese, era como de las películas.

Me dio su teléfono para pagarme el arreglo, pero la invité a salir y me dijo que sí. Nos juntamos y me dio la maldad, pues creo que tengo la mano. Tiene un forrazo, pero me pena el matrimonio. ¿Podré pecar una vez?

César

Don César:

No me pida cosas que no le voy a recomendar. Si es malo para la cama, no se le para, o lo han engañado le puedo solucionar el problema. Pero no me solicite que lo invite a pasarlo rico con la morena si tiene la flor de señora que está en la casa esperando al perla.

Así que lo siento. Mírela por última vez a través del wasap, que le pague el tortazo de su vidrio y elimine el contacto. Es lo mejor.

Porque la tentación es demasiada. Creo que debería mirar primero lo que tiene al lado en vez de cranear el zapateo en otra fonda. No se agile amigo. Puede perder mucho y ganar poco.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com