Doctor Cariño:

Hace 5 años que soy profe, y desde marzo que estamos con este experimento de las clases virtuales. La cosa es que un día a través de la pantalla de mi compu, se apareció la mamá de uno de mis alumnos paseándose en pijama y bien relajada frente a la cámara pero desde aquel instante no he podido sacármela de la cabeza y no encuentro la hora que todo esto vuelva a la normalidad para pillarla en la reunión de apoderados.

Qué me aconseja: la hago o dejo de pasarme películas. Ayúdeme.

Profesor Miranda:

Usted no es el primero ni será el último maestro que se enamora de una apoderada, la cosa es que debe saber separar la pega de los placeres terrenales, sino las otras mamás van a andar cachudas cuando el crío empiece a subir las notas, y ellas se podrían ir de lengua con el director.

Ustedes son personas adultas, pero debe averiguar primero si su apoderada tiene perro que le ladre, o si está jugando solitario por las noches.

De todos modos, donde manda corazón, no manda la razón.

Saludos.

Envíe sus consultas y dramas de tipo amoroso a: doctorcarino@lacuarta.cl