Perdió la cabeza con la rubia del delivery

"La chiquillas se las sabía por libro no le hacía asco a nada en el ring del amor... Lo malo es que a la mañana siguiente entré en razón y ahora no puedo más con este arrepentimiento".

Doctor Cariño:

No doy más con el sentimiento de culpa. Fíjese que me metí la cabeza al "guater" y no sé cómo sacarla. Resulta que le fin de semana estaba solo en mi departamento y de puro aburrido me pedí unas pizzas por delivery. Con todo esto de la pandemia y las cuarentenas con mi polola no nos vemos hace como 3 meses, así que no me queda otra que en mis tiempos libres lo único que hago es comer y comer.

La cosa es que ese día con las napolitanas llegó una rubia de otro planeta, doc. Le juro que con su pura carita de ángel me dejo marcando ocupado. Y después de tres meses de "na de na" con mi pierna suave, usted sabe que me pasé todas las películas en dos segundos con la muchacha de las pizzas. Por lo mismo, me tiré a la piscina y la invité a pasar. No tenía ninguna esperanza que aceptara, pero para mi sorpresa dijo "weno ya". Al final una cosa llevó a la otra y ni me acordé de las medidas de distanciamiento social por el covid. Me arriesgué al contagio. Pero, sabe qué, en el minuto valió la pena. La chiquillas se las sabía por libro no le hacía asco a nada en el ring del amor. Hicimos de todo y pusimos los ojitos blancos la noche entera, doc.

Lo malo es que a la mañana siguiente entré en razón y ahora no puedo más con este arrepentimiento. Tenía como 20 llamadas de mi novia en el teléfono pero no le contesté más. No tengo cara. La quiero y no quiero perderla. Quiero contarle todo pero sé que no me va a perdonar.

¡Help!

PAVO

PAVAROTTI

Me han llegado cartas de algunos pajaritos de Dios con problemas de azotea, pero usted definitivamente la embarró. Primero, por arriesgarse a pegarse el bicho del coronavirus. Parece que usted no ve tele y no cacha la mascara que hay con los contagios. Ya con eso no le debería hablar más, su tontón.

¿Con su drama amoroso? Qué quiere que el diga. Bien tarde que se vino a arrepentir. Después de hacer la patraña no sirve de nada pegarse las puñaladas. Lo hecho, hecho está. Ahora, ni se le ocurra pasar piola y mantener en la ignorancia a la pobre de su polola. Si yo fuera usted, ahora mismo la llamo y le explico toda la situación. Ahora, veo bien difícil que lo perdonen después de tamaño condoro. Me tinca que la PLR no se la saca nadie. Y menos después de no contestarle el teléfono.

Pero bueno, no pierde nada con intentarlo. Igual, si lo dejan, bien merecido se lo tiene y no tendría pío que decir.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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