Celebración de los tijerales se mantiene más firme que un rascacielos

Si bien no está claro el origen específico de esta tradición, se cree que habría llegado desde Europa, la festividad se realiza cada vez que se concluye la obra gruesa de una construcción.

Su popularidad está tan arraigada en la cultura obrera, que actualmente existen empresas especializadas que organizan verdaderos eventos al interior de las obras.

Desde el Viejo Continente

La costumbre de celebrar los tijerales es de origen europeo. "Se llama 'topping out' y se remonta a los tiempos de la Prehistoria en que se colocaba un árbol en la techumbre para aplacar los malos espíritus y como reconocimiento a los espíritus del bosque por haber aportado la madera. Esta tradición fue traída a las Américas por los carpinteros alemanes y escandinavos", se lee en la página.

Carlos Galdames, docente de la carrera Técnico en Construcción de Duoc UC, sede Alameda, coincide en señalar que "el origen no es interno, ya que la tradición es europea y alude al agradecimiento a la naturaleza que ha entregado los materiales necesarios para edificar la obra, primordialmente, la madera", recuerda el académico. Y agrega que, en general, no se conoce bien la historia, "solamente se realiza la fiesta de los tijerales. Tampoco he escuchado debates sobre ello, porque el fin esperado es celebrar", resalta.

Tradición que debe mantenerse

Guillermo (56) es yesero y trabaja hace 36 años en la construcción. Actualmente labora en la obra "Condominio Diego Portales", que construye la empresa Galco en la comuna de La Florida. Cuenta que desde que entró a la construcción que sabe de los tijerales. "Me acuerdo que en una de las primeras celebraciones que tuve se presentó el humorista Óscar Gangas".

El maestro es de los que creen que esta tradición debe mantenerse, "porque los trabajadores se sienten más a gusto y comprometidos con la empresa, además, uno espera la actividad", reconoce.

"Fiesta de empresa"

Víctor Silva es dueño de tijerales.cl, empresa que comenzó en 1991 ofreciendo servicio a las obras. Fue uno de los pioneros. "Con el tiempo las constructoras lo han ido asimilando como una fiesta de empresa, donde va todo el mundo a los tijerales, incluyendo a los gerentes. ¡Y ojo!, que todos comen lo mismo, no hay diferencia", asegura.

Este tipo de servicios puede incluir humoristas, animadores, magos, número estelar y cantantes. Silva cuenta que el trabajador valora mucho los tijerales: "El maestro se siente reconocido, y hay un cambio enorme porque cuando la empresa anuncia dos semanas antes que se hará la actividad, el empleado trabaja más contento, limpiando y ordenando la obra", concluye.

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