Así es la academia anti “portonazos” y “encerronas”: enseñan maniobras evasivas a conductores

Academia antiportonazos y encerronas.
Academia antiportonazos y encerronas.

La institución surgió para hacerle frente al antes, durante y después del delito. El programa tiene una etapa teórica a cargo de exfuncionarios policiales. Luego, el alumno “saca la habilidad y destreza que todo conductor tiene pero que no lo sabe”, explica su director Cristián Dercolto. El precio todo el curso no alcanza los 200 mil pesos.

No, ATP Chile no tiene nada que ver con la Asociación de Tenistas Profesionales.

En realidad, surgió mucho después, como una forma de reinventarse, entre el estallido social del 2019 y la pandemia en 2021. Cristián Dercolto, exfuncionario de la Policía de Investigaciones (PDI) y consultor en seguridad, veía día a día las noticias en la tele junto a su señora. Fue dándose cuenta que en la agenda se repetían los delitos de portonazos y encerronas.

“Y mostraban la modalidad de estos delincuentes”, recuerda él con La Cuarta.

“Empecé a pensar de qué forma se podían neutralizar, evitar o prevenir estos delitos”. Fue así cómo se le “prendió la ampolleta”. Surgió la idea de armar la Academia de Tácticas Preventivas o, en corto, ATP Chile.

“Nosotros en la PDI tenemos cursos, nos preparan para retener y zafar de estas emboscadas”, contó, tras lo cual se juntó con académicos como profesionales de la investigación de la PDI y sicólogos, para así darle estructura a la la nueva institución.

La idea era que la academia no solo se enfocara en enseñar “maniobras evasivas” en un vehículo, sino también “en el ámbito de la prevención”, es decir “el antes, durante y después de delito”. Así que “los preparamos con todo el conocimiento empírico de nuestros profesionales”, asegura Dercolto.

¿Te están siguiendo?

Todo empieza cuando la persona sale de su casa, según el ex-PDI. “Te enseñamos a observar el entorno”, explica. Cuando el conductor quiere salir de su hogar, debe programar su ruta, por lo que “eres el único que sabe por dónde te vas a trasladar en la ciudad o autopista”.

Es clave que “el alumno tome conocimiento de qué unidad policial o del Ejército hay en el trayecto, dónde están ubicados los centros de salud o de bomberos”, aconseja “¿Pero por qué? Si detectas que te están siguiendo, tienes que activar el protocolo de seguridad que ATP te enseña, e inmediatamente ir a resguardo en cualquier unidad policial”.

Pero notar un seguimiento no es fácil, por lo que en ATP entregan algunos tips como, por ejemplo, “si tienes una sospecha de que te siguen, haces una maniobra de cambio de pista”, explica. “Si el vehículo detrás tuyo se cambia junto contigo, se levanta la primera alerta”, tras lo cual Dercolto recomienda una segunda maniobra de cambio de pista para confirmar.

“Posiblemente te va a abordar cuando salgas de la autopista”, advierte el exfuncionario policial.

En ese momento, se aplica el mencionado protocolo que enseña la academia, el cual incluye ítems como “algunos teléfonos de emergencia, tener la grabadora en el teléfono como botón principal y entregar características del vehículo” que viene detrás.

Ante de la acción, la teoría

Las clases teóricas son realizadas por tres profesionales. Sergio Torres, ex-PDI con frecuentes apariciones en TV, se encarga del comportamiento delictual y modalidad del delito. El oficial de Carabineros en retiro, Claudio Carrera, se encarga del control de impulsos y manejo de la crisis. Por último, el abogado Ricardo Ferrada se especializa en las declaraciones policial y judicial, además de la protección del sitio del suceso, lo que es clave para la eventual persecución penal del delito.

Si un alumno resulta ser víctima de un delito, “obviamente recomendamos dejar que se lleven el vehículo, pero poner énfasis en ciertas evidencias que pueden servir para el Ministerio Público, como características físicas de los delincuentes, el tipo de lenguaje, si tienen alguna marca que se pueda identificar”, dice.

Y agrega: “Siempre cuando hay un delito los delincuentes dejan algo de sus pertenencias en el sitio del suceso”.

Cuando los alumnos egresan de ATP Chile, pasan a integrar una comunidad en que la institución les entrega información como, por ejemplo, mapas de dónde se están repitiendo este tipo de delitos. “Como somos todos asesores en temas de seguridad, sabemos, manejamos y actualizamos esta información”, explica.

Además está la promesa de que, en caso de que alguien sea víctima de un portazo o encerrona, los abogados y sicólogos de ATP entregan atención sin costo alguno.

Las manos al volante

Hasta el momento las clases prácticas, que consisten en rápidas maniobras evasivas con vehículo ante un eventual portonazo o encerrona, se realizaban en un predio en Batuco, pero ahora se trasladarán al autódromo de Leyda, en la comuna de San Antonio, Región de Valparaíso.

“Todos los alumnos salen realizando las maniobras solos, de manera independiente”, asegura Dercolto, aunque advierte que solo se pueden realizar bajo ciertas condiciones, como que no haya alrededor vehículos que no estén involucrados en el asalto.

En estas lecciones prácticas, “si te encierran atrás y adelante, y hay un espacio de dos metros, te enseñamos cómo salir de ese encajonado”, explica el director, por lo que “simulamos encerronas y portonazos”.

Si bien en la academia cuenta con vehículos para realizar estas prácticas, recomiendan que cada alumno lleve su auto para que ya tenga la experiencia en caso de que se vea obligada a realizar alguna de las maniobras en la vida real.

“El instructor es el que saca la habilidad y destreza que todo conductor tiene pero que no lo sabe”, asegura. “No enseñamos a manejar, sino un tipo de conducción táctica que, si bien es usado por las policías, en la práctica sirven a los ciudadanos”.

La garantía del director es que “las maniobras son 100% controladas por los profesionales”, al punto de que sería casi nula la chance de una lesión. No hay posibilidad de volcamiento, asegura, en vista de que “los derrapes son controlados y todos los vehículos están preparados para este tipo de maniobras, siempre que tengan las condiciones mecánicas en excelente estado”.

Los alumnos deben firmar un compromiso de confidencialidad, “porque si ellos quieren enseñar nuestras prácticas a otras personas, serán responsables de esa situación”, advierte. “No están facultados para enseñar a otra persona”.

En caso de que el alumno quiera perfeccionar las maniobras, puede volver a inscribirse en el curso con un 50% de descuento.

“Tenemos un segundo curso de conducción avanzada, de mayor complejidad y el conocimiento es más especializado”, agrega. Solamente se pueden inscribir quienes ya hayan cursado la primera etapa.

¿Cuánto dura? ¿Cuánto cuesta?

Son cuatro días de clases teóricas en total, las cuales se realizan en formato remoto y duran desde las 19:00 a las 22:00 horas. Y estas terminan con una jornada completa, desde las 9:00 a las 18:00, que es la clase práctica para aprender las maniobras con vehículo.

Todo el curso tiene un precio de $166.000. “La idea es que todos lo puedan tomar”, dice él, quien cuenta en sus clases han tenido variados personajes, desde taxistas hasta adinerados empresarios.

Eso sí, ATP tiene un proceso de admisión: “Lo único que nos interesa para ingresar a la academia es que no sean delincuentes”, o automovilistas que quieran aprender las maniobras solo para hacerse los lindos con los derrapes.

“No entra cualquiera”, adelanta. Primero, como director, el mismo lleva una entrevista por teléfono con el postulante y “me percato de cuál es la necesidad del alumno”, determinando cuál es su trabajo formal y qué tipo de vehículo tiene.

“Una vez que se logra establecer que la línea de la conversación no se ha distorsionado, o sea que lo que está diciendo el postulante es verídico”, cuenta, la persona llena una ficha de incorporación con algunos antecedentes personales como licencia de conducir al día, domicilio particular, lugar de trabajo y certificado de antecedentes.

Luego, toda esa información “va a un departamento de evaluación, compuesto por exfuncionarios PDI, quienes entregan la respuesta sí o no”

“Esto obedece a la protección de nuestros alumnos y a la credibilidad y prestigio de nuestra academia”, asegura Dercolto.

“Única en su rubro”

Ya han tenido siete grupos de conductores —de unas 20 personas cada uno— que han pasado por el curso de encerronas y antiportonazos. Es más, la mujer de 32 años que atropelló a un delincuente en la Reina a mediados de enero terminó el programa de ATP unos días atrás. “Fue una de las mejores alumnas”, dice, “y ahora va por el curso de conducción avanzada”.

Agrega que la mayoría de los participantes son mujeres, en un proporción aproximada de 55% y 45% con los hombres.

Sobre la acreditación de la academia, asegura que “nuestros instructores están acreditados porque son funcionarios en retiro y fueron instructores en la PDI”, y explica que “solo ocupamos instructores de la PDI que fueron instructores de la escuela y ellos, a su vez, instruían a otras instituciones, como Carabineros, Ejército, Fuerza Área y algunos ministerios”.

“Como este tipo de academia no existe otra en Chile”, remata. “Es única en su rubro”.

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