Belisario Velasco y la verdadera historia del cancelado recital de Iron Maiden por las presiones del cardenal Jorge Medina

"Él sabía que yo era demócrata y yo sabía que él era pro-dictadura", rememoró el exministro sobre la autoridad de la Iglesia Católica que presionó e impulsó la cancelación.
"Él sabía que yo era demócrata y yo sabía que él era pro-dictadura", rememoró el exministro sobre la autoridad de la Iglesia Católica que presionó e impulsó la cancelación.

Aunque fue culpado directamente por la cancelación del concierto que se iba a realizar en la Estación Mapocho a comienzos de los noventas, el exsubsecretario y exministro aclaró que el sacerdote fue el gran responsable.

Como uno de los episodios más “ridículos” que le tocó vivir durante el primer gobierno democrático tras la dictadura. Así definió Belisario Velasco, el célebre exministro y exsubecretario del Interior que falleció este viernes, a la cancelación del recital de la banda de heavy metal Iron Maiden.

Se trató de una situación que provocó que Bruce Dickinson tildará a Chile como “un país medieval” a raíz de las presiones y acciones generadas por miembros de la Iglesia Católica.

En conversación con El Dínamo durante el año 2015, el propio Belisario Velasco recordó las objeciones que presentó el Jorge Medina, quien fue cardenal de la Iglesia y falleció en octubre de 2021, buscando desmitificar a aquellas antiguas teorías que lo tildaron como el responsable de la cancelación del recital durante su tiempo como subsecretario del Interior en el gobierno de Patricio Aylwin.

“No se le dio mayor importancia a los rayados [satánicos que fueron relacionados a Iron Maiden por un obispo auxiliar y] que aparecen todos los días en todas las regiones. A lo que sí se le dio importancia fue a que recibí un comunicación del cura Jorge Medina Estévez diciéndome que venía a Chile el grupo heavy metal Iron Maiden y que era un conjunto que atacaba la cristiandad y a los valores del pueblo de Chile, católico, cristiano. Pedía que no los dejáramos entrar a Chile. Me envió una comunicación y me llamó por teléfono después”, rememoró Velasco en 2015.

Le dije que el Gobierno de Chile no era confesional, que no podíamos distinguir los grupos que venían, si eran católicos, protestantes o de otra religión, que la música y la cultura no tenían confesión religiosa para el gobierno, que era de todos los chilenos”, aseguró recalcando que Medina insistió e inclusive le habló de las “inaceptables” letras de las canciones de Iron Maiden. “Me preguntó si acaso yo no era cristiano”, agregó.

“Entonces me empezó a recitar las letras en inglés y luego me las traducía. Una cosa muy rara. Me preguntó si es que no conocía a Iron Maiden. Yo le dije que no me sabía las letras de las canciones, que si alguna vez los escuché en la radio no alcanzaba a traducir lo que decían, porque cantaban muy agudo y rápido. Ahí le dije a Medina que no teníamos mucho más que conversar, porque yo no era tan experto en heavy metal como él. Le expliqué que yo me había quedado en Los Beatles, que incluso los fui a ver una vez en los 60´ a Londres”, recordó Belisario.

Posteriormente, el exsubsecretario recordó que tuvo que hablar de Iron Maiden con el Presidente Aylwin, remarcando que el contexto político de comienzos de los noventas era difícil a raíz de las situaciones legadas por la dictadura relacionadas al Frente Patriótico Manuel Rodríguez, los descolgados del Mir y de la DINA.

“El Presidente me dijo que me encontraba la razón y que me apoyaba. Yo pensé que la cosa había quedado hasta ahí”, subrayó Velasco.

La cosa no quedó ahí

Un día después de su primera conversación, Jorge Medina volvió a insistir con la petición de suspensión del concierto de Iron Maiden, por lo que Belisario Velasco tuvo que explicar que el grupo musical no tendría problemas con las visas.

“Ahí me empezó a recitar las letras de las canciones en inglés, de nuevo. Le dije otra vez ‘no puedo discutir con usted que es un experto en heavy metal, señor Medina’. Enojado, me pregunta si ya estaba firmado el permiso. Le dije que yo no firmaba los permisos, porque el ministerio no puede prohibir ni permitir ingresos. Ahí me dice: ‘Bueno, esto yo no lo acepto’. Me dijo que eran malévolos, perversos, que iban a destruir a la juventud chilena. Y que él consideraba que el gobierno no podía prestarse para esto…”, dijo el Cardenal según recordó el exministro.

Él era muy poderoso. Había sido obispo de Rancagua y era el pinochetista número uno de la Iglesia. Era pinochetista a rabiar. Incluso era de los que aseguraba que Dios en ninguna parte decía que la democracia debía venir de inmediato, así que los que se rebelaban en contra del gobierno militar estaban en contra de los designios de Dios”, rememoró sobre la figura.

Él sabía que yo era demócrata y yo sabía que él era pro-dictadura. Yo había estado cinco veces preso por Pinochet. Los dos sabíamos con quien estábamos hablando. Ahí yo le dije: ‘la democracia es diferente a lo que usted ha defendido. Estamos en democracia y se va aplicar la Constitución y la Ley de acuerdo a un estado demócrata. Por lo demás usted es el único que se opone, ya que ni el cardenal se ha manifestado. Hasta ahí llegó la conversación con el señor Medina”, expresó.

Posteriormente, el concierto de Iron Maiden fue cancelado de igual forma, algo que Belisario Velasco consideró como lamentable. De acuerdo a su explicación, el sacerdote Medina contactó a los responsables de la Estación Mapocho e inclusive con la municipalidad de Santiago, logrando su objetivo de cancelar la presentación.

“¡[Así que no fui yo quien los canceló] es falso! Todo fue algo ridículo que nunca debió llegar hasta lo que llegó. Categóricamente, y bajo palabra de honor, el ministerio del Interior nunca se opuso al ingreso de Iron Maiden. Primero, porque estábamos convencidos de que no tenía sentido. Y segundo, porque la ley los amparaba. Si no vinieron esa vez fue porque el cura se movió por otro lado”, recalcó.

De acuerdo al exministro, posteriormente el cura Medina le envió revistas Playboy para influir en que estas fueran sacadas de circulación e inclusive reclamó por la visita de Madonna a Chile en 2008. “Le tuve que explicar que la desnudez tampoco era ni un delito ni un crimen”, finalizó.

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