¿Por qué dormimos mal los chilenos?

El trabajo, el estrés que genera el mismo, y los problemas de la casa, tienen a los chilenos durmiendo en promedio sólo seis horas, cifra que apenas bordea lo recomendable.

Es más, un 73% de los chilenos declara que rara vez lograra tener una buena noche de sueño, según datos que entregó una encuesta del Centro de Estudios Easy.

Entre las cosas que influyen en la falta de sueño de los compatriotas, lo que gana por lejos es pasar pegados a pantallas luminosas (63%). Aparte, un 39% asegura que si durmiera solito en su cama, pasaría una mejor noche.

Descubriendo el problema

Entre los especialistas que se han dedicado a ver el problema de la falta de horas de sueño de los chilenos está el doctor Pablo Guzmán, Neurólogo especialista en trastornos del sueño, quien considera que "los problemas para dormir de los chilenos están de la mano con que somos un país muy estresado", cuenta el también director de la Clínica Somna.

Para el especialista, existen diversos puntos a atacar en cuanto al mal dormir, y uno clave son los trayectos diarios. "La gente duerme poco por las distancias que tiene que recorrer. Tienen que levantarse a las 4 ó 5 de la mañana para llegar a sus trabajos, con casi tres horas de viaje al día", dice.

Otro de ellos corresponde a cómo ha evolucionado nuestra forma de operar. "Nos hemos convertido en una sociedad moderna, y eso lleva a que hayamos descuidado nuestra salud mental", añade Guzmán.

La comida

En Chile, las preparaciones también pueden causar un problema al momento de poner la cabeza en la almohada. "Tenemos la mala costumbre de salir a comer tarde, 10 u 11 de la noche, y nos terminamos acostando a las 2 de la mañana", explica el doctor.

De acuerdo con Guzmán, nuestro cuerpo funciona con un ciclo llamado cardiano. "Este ciclo tiene que ver con los procesos fisiológicos de nuestro organismo", dice el doctor, por lo que si comemos a deshoras y tarde, se verá afectado.

Para el neurólogo, en nuestro país simplemente no respetamos el buen dormir. "Hay poca consciencia de lo que es el descanso, no sabemos dormir, hoy por hoy, cuando hay que priorizar por algo, el sueño es lo que sacrificamos."

Esto puede traernos grandes inconvenientes, incluso en el mismo trabajo. "Se acentúan la falta de concentración e incluso la depresión", alerta Pablo Guzmán.

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