Crónica

Ingeniero jubilado convirtió carcacha en fenomenal coche eléctrico

El auto más chileno de la historia es el Yagán, un proyecto de la Unidad Popular que terminó con el golpe de Estado.

A la carrocería de una citroneta le pegaban poco menos que con chicle un chasís fabricado en Arica. El auto, que en algunas versiones en vez de puerta tenía una cadena, quedó tan feo que se transformó en un objeto de colección.

Quizás suceda algo similar con la creación de Alberto Amigo.

COMPIPA

Preocupado por la contaminación y las alzas de la bencina, el jubilado ingeniero en ejecución eléctrica, de 72 voltios, creó en Talca un auto eléctrico que no contamina y permite recorrer 30 kilómetros por sólo 300 pesos.

A diferencia del pequeño "Reva" indio, que fue lanzado en nuestro país la semana pasada y alcanza una velocidad máxima de 80 kilómetros, los modelos que interviene Amigo mantendrían la velocidad del bólido original.

El ex profesor de electricidad del Inacap tardó nueve meses en concretar su idea, que no habría sido posible si no fuera por un amigo que le regaló un destartalado Citröen Visa del '82, que tenía botado en el garaje de su casa, en Villa Alegre.

El ingeniero explicó que un motor eléctrico alcanza un rendimiento significativamente superior al bencinero. Por eso retiró el corazón de la chatarra y le instaló un motor eléctrico de corriente continua de 10 caballos de fuerza para aprovechar al máximo su rendimiento.

Nuestro Amigo explicó que eso le permitió "cambiar un motor que no trabajaba a más de 4 mil revoluciones por minuto a uno que puede llegar hasta l15 mil revoluciones por minuto". ¡Todo un revolucionario, compañero!

UNA BELLEZA

Como si el buen rendimiento del modelo "Soy Electrónico" fuera poco, la simple adaptación del motor permite  mantener las características de seguridad y estética propios del modelo intervenido, por lo que, según el girosintornillos, el invento es mucho más práctico y seguro que el modelo indio.

La modesta apariencia de la maravilla es culpa del amigo de Amigo, que no le regaló un Ferrari rojo.

ECOLÓGICO

El "Soy Electrónico" funciona con dos baterías de electrolitos que requieren media hora de carga cada una y consiguen una autonomía de 30 kilómetros. Significa que el gasto de la maravilla resulta un 80 por ciento más barato que un vehículo a bencina.

Alberto Amigo asegura que su innovación no tiene nada que envidiarle a un auto convencional, ya que puede alcanzar igual velocidad y la misma fuerza.

El problema en el que trabaja es mejorar la autonomía, que pretende solucionar adaptando baterías de litio, que son mucho más pequeñas y livianas.

El nacimiento del revolucionario coche tiene su origen en la conciencia ecológica de Amigo. "Estaba preocupado por el calentamiento global y la futura escasez de combustibles fósiles, por lo que me puse de lleno a trabajar en un auto que no contaminara y utilizara la electricidad para funcionar".

El ingeniero quiere masificar el uso de autos limpios. "Ése es el nuevo desafío y para ello invito a todos los que quieran unirse a este proyecto, que estoy seguro será un gran aporte para el medioambiente", indicó el ídolo verde, que planea patentar su invento cuanto antes, aunque asegura que "nada de esto lo he hecho con fines de lucro, sino sólo con el ánimo de hacer un aporte".

P. Riquelme/S. Foncea

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