Una noticia que ha traspasado las fronteras, y es que lo que vivieron los pasajeros de un vuelo fue más que una anécdota. El pasado viernes, un vuelo de la compañía Delta Airlines con destino a Barcelona se vio obligado a dar media vuelta y regresar a su aeropuerto de origen, en Atlanta.

El motivo de esta decisión fue el “riesgo biológico” provocado por la diarrea de un pasajero que se había esparcido por todo el avión. La tripulación pidió el permiso a la torre de control y el avión cambió de rumbo para limpiar la aeronave.

Días más tarde, el programa ‘Versió RAC1′, presentado por Toni Clapés, habló con uno de los pasajeros identificado como Carles, un médico que viajaba acompañado de su familia.

“No notamos ningún olor”

“Había 15 o 20 filas afectadas, eran muchos metros. Si no lo hubiese visto, no me lo podría haber imaginado”, contó sobre el suceso que asegura se vivió con tranquilidad y que, pese a que el “enfermo” estaba tumbado en el suelo, no se requirió asistencia médica.

“Me comentaron que el pasajero había dejado diarrea y vómito por todo el avión” (...) “Hacia la mitad de la avión, el pasillo de la izquierda era un festival”, añadió el profesional de la salud.

Pese a esto, afirmó que “No notamos ningún olor”. Tras una hora y media o dos de espera en la terminal de origen, volvieron a subirse al mismo avión.

“Estaba impecable. Todo el mundo se lo tomó muy bien”, declaró. Delta les compensó con un descuento de 200 dólares (con la misma aerolínea) hasta el 1 de septiembre del año que viene.

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