Pena, angustia y desazón es lo que sienten miles de familias del terruño luego del tremendo guaracazo que dejó a medio Chile tiritón. Muchos perdieron sus casitas y posesiones más preciadas, mientras que otros compatriotas dejaron atrás a un ser querido. La tragedia se ensañó con Chilito.

Aunque todo se ve gris, existen titanes que quieren tirar para arriba y volver a levantar al país con fuerza. Se trata de los voluntarios del grupo "Creemos en Chile", quienes tomaron sus pilchas y partieron a las comunas más afectadas para unir a la gente y darle herramientas para enfrentar este difícil momento.

Los objetivos de las sesiones son reunir a las comunidades damnificadas, fortalecer sus lazos, empoderarlos de valor para enfrentar la situación y generar un espacio de bienestar emocional que permite levantar la moral de la gente.

Los coaches que participan de esta misión organizan dinámicas acompañadas de momentos de reflexión que le dan sentido y significado, llevando todo el cocido a un espacio de aprendizaje y encuentro.

La experiencia es impresionante. Los voluntarios llegan a las comunas con un panorama desolador, pero al final de la jornada todo es un carnaval. Abundan abrazos, bailes, alegría y arrumacos varios. La Barra Pop termina alegre y con todas las ganas de reconstruir sus vidas.

Rodrigo Silva es uno de los caporales de la campaña. Según el profesional, el beneficio de esta misión es mutuo: "vamos con un regalo para las personas, y al final, los regalados somos nosotros con las muestras de cariño y agradecimiento de ellas".

La ayuda no sólo es de los cabros de "Creemos en Chile", la gente de la Federación Internacional de Coaching en Chile se preparan para efectuar una serie de intervenciones con el fin de formar líderes. Los miembros del grupo desarrollarán una escucha activa y acompañamiento. La idea es trabajar en la co-construcción, o sea construir en comunidad, como protagonistas activos de su desarrollo, dejando atrás el concepto de víctimas.