Son las  6 de la mañana y en el sector de Los Domínicos la única Planta de Revisión Técnica apostada en el lugar cuenta con una fila de más de 20 autos esperando, cuyos choferes duermen plácida pero incómodamente al interior de los vehículos.

Claro, febrero se nos va a pasos agigantados y la necesidad de algunos conductores por salir rápidamente del cacho de la Revisión, y obtener el certificado que les permita regularizar su Permiso de Circulación en marzo, se vuelve cada vez más imperiosa.

Lo malo, es que llevar el auto a la Revisión Técnica suele tomar todo un día de latosas esperas, y con marzo a la vuelta de la esquina son pocos los que pueden darse ese lujo.

Para ellos, existe un negocio particular en auge y ese no es otro que el de las “revisiones a domicilio”; un modelo compuesto por parroquianos con tiempo libre que se toman la molestia de retirar los cacharros desde palacetes u oficinas, y llevarlos personalmente hasta la planta de Revisión Técnica más cercana, hacer la fila y realizar el procedimiento por usted.

Christopher Oscco tiene 32 peras, es publicista y hace tres años que le dedica su tiempo libre al negocio de llevar tocos a las distintas plantas de Revisión Técnica apostadas en el país. El compipa nos contó que cuando tenía 29 años se compró su primer bólido, y que al momento de sacar su primera Revisión se pegó el alcachofazo y cachó que ahí había negocio.

"Cuando me compré mi primer auto me di cuenta de las problemáticas que se generan en las Plantas de Revisión Técnica y las complicaciones que tiene la gente por problemas de tiempo. En el fondo lo que yo cobro es por mi tiempo libre", descaseteó el titán.

El servicio de Christopher opera a través de la página lollevoporti.cl y cuesta 25 lucas si el servicio está dentro del perímetro de Américo Vespucio y se negocia aparte si está por fuera. Según nos contó, enero y febrero son "meses malos" ya que con las largas filas alcanza a hacer con cueva un tocomocho diario, pero que durante el año su rubro anda como avión.

OJO CON LOS SEGUROS

El exceso de papeles, que “firme que aquí”, “firme allá”, hace que muchas veces los contratantes de seguros automotrices se cansen de leer y no cachen exactamente qué coberturas tiene la póliza que les vendieron.

Una cláusula no menor, y que podría sacarlo del cacho, es justamente la que ofrece un servicio personalizado que realiza el trámite de llevar su tocomocho a la Planta de Revisión Técnica sin costo alguno, aunque con algunas exigencias.

Pa’ que se haga una idea, gran parte de los seguros de autos ofrecen este servicio (a través de empresas externas) y lo único que le piden es solicitar el servicio con una semana de anticipación, en el mes que le corresponde la Revisión a su cacharro y contar con toda la documentación que exige el proceso. Es decir, padrón, certificado de inscripción, emisión de gases, etc. ¡Revise su póliza!