Crónica

Proxeneta de Spiniak: "Me siento rehabilitado..."

"Me siento una persona y un padre de familia rehabilitado y no quiero cometer nunca más un delito", dijo anoche en el programa "Mea Culpa" el delincuente Miguel Quiroga, quien purga seis años y medio de cana por cometer dos delitos sexuales mientras fue el brazo derecho del empresario Claudio Spiniak.

En el programa conducido por Carlos Pinto, el ex proxeneta comentó que varias veces se ha encontrado con su antiguo jefe en la Cárcel de Alta Seguridad y que lo ha saludado como si nada hubiese pasado.

"No está tan enfermo, pero necesita una cura porque sí está deteriorado mentalmente", dijo Quiroga, quien agregó que lo único que le ha dicho el empresario es "puta, la cagamos".

En la pomada policial se mostró cómo Miguel Quiroga se convirtió en el hombre de confianza de Spiniak, al punto de organizar las bacanales que éste protagonizaba con niños, jóvenes y homosexuales en su departamento del edificio Los Jardines del Golf, en Las Condes.

En las crudas imágenes se pudo observar cómo Spiniak obligaba a sus esclavos sexuales a que lo azotaran con chicotes de cuero. De acuerdo con la recreación (en la foto), el empresario también pedía que lo escupieran, humillaran y le sacaran la madre, "porque para él era como hacer el amor", señaló Quiroga.

En el programa se dio por hecho que fue el fallecido escritor, traficante y drogadicto Patricio Egaña quien le presentó a Quiroga a Claudio Spiniak.

Mientras fue subalterno del dueño del Go Fitness & Spa, Quiroga tuvo como misión comprar cocaína, copetes, comida, máscaras de cuero y otros artículos de sadomasoquismo que su patrón ocupaba en sus orgías, en las que hacía participar a prostitutas y menores para ver sus relaciones sexuales.

VIDA NORMAL

Tras ser detenido por 22 delitos, Quiroga estuvo preso 14 meses, hasta que salió en libertad bajo fianza. En los cinco años que anduvo de lo más campante por las calles, el imputado sacó un título técnico en la Universidad de Santiago de Chile (Usach), compró un depa para su señora y sus dos hijas y trabajó como garzón en el restorán "La Piccola Italia".

Mientras gozaba de esta libertad le salió la condena a seis años y medio, por producción de material pornográfico y promoción de la prostitución, y decidió entregarse.

Sin embargo, antes quiso contarle su verdad a Carlos Pinto, pero le salió el tiro por la culata, ya que en medio de la entrevista fue detenido por funcionarios de Investigaciones que pararon la grabación y se lo llevaron preso.

En esas accidentadas escenas, Miguel Quiroga contó que Spiniak era adicto a las películas porno y que "le hacía para los dos lados".

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