El fiscal del caso Narumi, Étienne Manteaux, dio a conocer la principal hipótesis que se tienen respecto al cuerpo de la joven japonesa que desapareció en diciembre de 2016 y que, según la investigación de las autoridades francesas, habría sido asesinada por su expololo Nicolás Zepeda.

Convencido de esta participación, el persecutor apuntó a la posibilidad de que el acusado halla lanzado el cadáver a las aguas.

“Un cuerpo sumergido se hunde primero, después de varios días sale a flote y luego se hunde de nuevo definitivamente. Pero también se puede mantener en el fondo del agua mediante ramas”, planteó.

De paso, recordó que “los investigadores no comenzaron a buscar hasta el 29 de diciembre y el cuerpo de Narumi podría haber estado a decenas de kilómetros de distancia. Cada año en Francia, la mayoría de las veces tras un suicidio, un centenar de personas desaparecen sin que sus cuerpos sean encontrados”.

Reconociendo que se trata sólo de hipótesis, el fiscal general admitió que “no puedo ser categórico, sólo Nicolás Zepeda sabe la respuesta a esta pregunta, pero su exploración (por el bosque, antes de reunirse con Narumi) demuestra premeditación”.

Planificación de Zepeda

A su juicio, la “vigilancia de Narumi” también sería clave para dar sentido a esta teoría.

“Si hubiera querido recuperarla, simplemente se habría arrojado a sus brazos. No. Se tomó el tiempo de explorar la escena y se dio cuenta de que la salida de emergencia no estaba cubierta por las cámaras. Todo estaba dispuesto a matarla si ella lo rechazaba”, agregó.

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